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8 de mayo del 2005
Mis más íntimos amigos me siguen tachando de pesimista con respecto al futuro que cos depara en este mundo, pero soy consciente de que soy realista primero y luego pesimista. Hace 28 años que me retiré del asfalto, de las grandes ciudades insostenibles, del modo de vida consumista y sin sentido que me ofrecía el sistema y estoy orgulloso y feliz de ello. Vivo y me elimento casi en su totalidad de la tierra, repiro aire puro y limpio a 1.200 metros de altitud, alzo mi vista y no contemplo más que montañas, valles y ríos, bebo agua sin contaminar ni cloro, soy dueño absoluto de todo mi tiempo, tengo todo lo que necesito para vivir y vivo como deseo vivir. Mi granito de arena para un mundo mejor lo pongo cada día en contacto con la tierra, cuidándola y cultivándola sin venenos legales. Uso Internet porque considero que es un gran medio para comunicarse a grandes distancias. No tengo ambiciones de dinero más que las justas y necesarias. No tengo seguros de vida ni de jubilación porque considero que los seguros son para los inseguros. Tampoco soy consumidores de mini productos naturales de herbolarios y tiendas de dietética, prefiero productos biológicos a granel. Consumo mi propio pan cada día y la tierra me abastece de las necesidades básicas. Y sin embargo me apena tristemente ver hacia dónde va este mundo gobernado por ineptos, avariciosos, codiciosos, ebrios de poder y fanáticos religiosos.
23 de julio del 2005
Me
aferro cada vez más a la tierra conforme pasa el tiempo y veo la etapa
evolutiva destructora de mi hermano el hombre. Cada día que pasa tenemos
menos aguas limpias, menos árboles y bosques, menos aire puro, menos
paz, más hambre y miseria, más contaminación, más injusticias.... Sólo
en la tierra encuentro la paz, la armonía y el equilibrio en mi interior.
Vivo abrazado a las montañas y ríos puros y limpios, alejado del asfalto
y del ruido, de las prisas y de la vida sin sentido y cada día que pasa
tendo menos deseos de bajar. Hace tres meses cuido de mi hija Salvia
y eso me ha llenado de amor y juventud. Jamás me he arrepentido o dudado
de haber dado el salto hace 28 años dejando mi trabajo de delineante
en una gran ciudad en las que solo imperaba el egocentrismo y el consumo.
Aquí oigo el murmullo del río y mis pies descalzos sienten la tierra
sin químicos y aquí cada hierba, cada árbol, cada animalillo tiene sentido.
Vivir a todo lujo gracias a la tierra es posible, sin ambición, sin
maltratar, sin agredir, sin especular, sin exterminar. ¿Cuándo aprenderá
el hombre que de ella depende su futuro? Vamos irremediablemente hacia
una autodestrucción de nuestro propio planeta y sin embargo solo nos
preocupamos de satisfacer nuestra falsa felicidad con el consumo. En
los años 60 y 70 la juventud tenía inquietudes y había fuertes movimientos
contestatarios y muchos eran capaces de dar el salto renunciando al
"bienestar" que el sistema ofrecía, pero hoy la juventud es
silenciada fácilmente por modas, consumos y falsas ilusiones y es fácil
de contentar con fútbol, películas, políticas y bombardeos televisivos
basura. La universidades se llenan de gente que desea grandes carreras,
pero la tierra no está en ninguna de ellas y es cierto que el dinero
no se come y eso lo sabremos cuando desaparezca el último árbol y el
último animal y el agua pura. Es absurdo buscar nuevos planetas, ¿para
qué? ¿para destrozarlo igual que estamos haciendo con éste? ¿O quizás
para salvarse los ricos y poderosos cuando se haga insostenible vivir
en la tierra? Muchas son las personas en busca de ecoaldeas, pueblos
abandonados, comunidades, etc... pero lo cierto es que apenas existen
y hasta incluso los pueblos abndonados se están convirtiendo en especulaciones
inmobiliarias para las constructoras de casas de segunad residencia.
Es absurdo todo este mundo como funciona y pensemos lo que pensemos
lo cierto es que todo el problema radica en el alejamiento de la naturaleza.
Si quieres ser feliz un día ve al campo, a la montaña, pero si queires
ser feliz toda tu vida entoces debes dar el salto y tener tu propio
huerto.
Un
día, mi pequeña Salvia, crecerás y conocerás que allá abajo existe el
asfalto, el ruido,
las prisas, la polución y la contaminación. Un
día conocerás esos otros mundos donde el
dinero domina los corazones
y nadie se siente libre de su tiempo... Pero siempre tendrás a
la
Madre Tierra esperándote mi pequeña
1 de agosto del 2005
Dar el salto, bajarse del mundo, cambiar de vida, cortar con una vida sin sentido y esclava... Cuántos hay con ese deseo y sin embargo se sienten impotentes unos, otros indecisos y muchos más con miedos. Y es que el sistema se ha encargado de llenarnos de miedos y de inseguridades. Las compañías de seguros viven de los inseguros, de la gente con miedos y paranoyas y hoy en día hay seguros para todo tipo de inseguridades. Cuando se da el salto desaparecen los miedos, es como saltar desde el acantilado hacia el mar, una vez has saltado y sientes el aire y la brisa en tu rostro, el miedo desaparece. Poco le interesa al sistema que cada vez existan más personas con este tipo de inquietudes. A más personas independientes y autosuficientes que se autoabastezcan de la propia tierra directamente, menos consumidores de estúpidos y contaminados productos, menos consumidores de las grandes multinacionales y menos mano de obra para los capìtalistas para los que solo somos números. Y todo el secreto está en la tierra. Hay que empezar con la tierra cualquier proyecto porque de ella provienen los alimentos y la sabiduría. La tierra alimenta y cura, la tierra da confianza, la tierra nos ocupa y nunca nos preocupa. Las grandes multinaciones de laboratorios químicos y farmacéuticos nos la están envenenando cada día y las universidades se siguen llenando de técnicos en materias de ecología y medioambiente que no tienen ni puñetera idea de qué es la tierra. O se vive de la tierra o se vive como un esclavo del capitalismo.
8 de agosto del 2005
De
que te jactas hombre de la ciencia
si a los ojos de la tierra eres
como un grano de arena?
Sopla el viento del norte y desparecen tus
obras,
tiembla un poco la tierra y caen todas glorias,
sube un
poco el mar y tu soberbia queda bajo la arena,
se estremecen los
ríos y pulveriza tu asfalto.
¿De qué te jactas hombre del sistema
que
juegas con la vida a ser dios?
Se cierran las fuentes del cielo y
quedas débil y moribundo,
y tus campos no producen sus cosechas
y
entonces tu ciencia no te sirve de nada,
ni tus venenos pueden ayudarte.
¿De
qué te jactas hombre de la ciencia
si tus obras son meramente chapuzas
comparadas
con el firmamento?
¿Dónde estarán tus dioses cuando tu propia autodetrucción
te llegue?
¿Acaso crees que podrás escapar a otro planeta?
La
tierra tiene un cáncer de piel: el propio hombre
1 de noviembre del 2005
Curiosamente el hombre es la única especie viva de este planeta que cuando llega el invierno sigue con las mismas ocupaciones, estrés y trabajo. Las hormigas trabajan mucho el verano, los osos se retiran en invierno a su cueva, las serpientes se aletargan, y muchas especies más hacen idem de idem, pero el hombre no... Bueno que yo intentaré por lo menos que el invierno sea diferente en mi vida e intentaré imitarlos. ZZZZZZZZZZZzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz