Nombres:
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Latín:
Vaccinium myrtillus L.
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Castellano:
mirtilo, arandilla, arandanera, arandaño, meruéndano, anavia,
ráspano, raspanera, rasponera, raspona.
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Portugués
y gallego: arando, uva-do-monte, erva-escovinha, mirtilo, arande, arandea,
arandeira, herba dos arandos.
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Catalán:
mirtil, nadiu, naió, naiet, naionera, nabiu, nabissera, nibixera,
anajó, avajó, avajonera, raïm de pastor, gerdera silvestre,
gerdonera silvestre.
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Vasco:
abi, afi, gabi, arabi, berro-mahats (literalmente, "uva de zarza"), azari-mats
("uva de zorro"), oketa.
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Italiano:
mirtillo.
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Francés:
myrtille.
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Inglés:
bilberry.
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Alemán:
heidelbeere.
Descripción:
El
arándano es una mata baja, que sólo excepcionalmente llega
a 3 palmos de altura; arrastra sus ramas leñosas y de tez oscura
a ras del suelo, por debajo de la hojarasca o de los céspedes de
musgos, donde arraigan de trecho en trecho, y echa ramitas verdes en lo
alto, enhiestas, angulosas y deshojadas en la base.
Las
hojas, lampiñas como toda la planta, son de figura elíptica
o entre aovada y elíptica, están sostenidas por pezones muy
cortos y tienen los bordes finamente aserrados con un pelito en el ápice
de cada diente.
Las
flores nacen aisladas o acopladas, con la corola de color rosado vinoso
y figura de olla, ancha y plana en la base y muy ceñida en la parte
superior, donde se forman cinco pequeños lóbulos redondeados
y echados hacia fuera.
El
fruto es una baya redondeada, de 7 a 9 mm. de diámetro, de color
negro azulado, cubierta de pruína azul y con un ribete en lo alto
a modo de coronita, su carne, de un agradable sabor agridulce, es de color
vinoso, y en la parte central contiene diversas simientes.
Las
hojas saben un poco acerbas.
Florece
de abril a junio y madura sus frutos de julio en adelante.
Se
cría con profusión y forma a menudo dilatados arandanedos
en los bosques y brezales de las tierras sin cal, mayormente en las montañas
de la mitad septentrional de la Península, hasta el Montseny, las
montañas de Teruel (en franca regresión en las de Orihuela
del Tremedal, donde apenas florece), Sierra de Guadarrama, Sierra de Gredos,
Serra da Estrela, etc.
Las
hojas deben recolectarse cuando la planta alcanza su pleno desarrollo;
generalmente, en el mes de junio. Las bayas, en los meses de agosto o septiembre,
y aun en julio en los tempranales, en todo caso, sólo cuando han
tomado aquel color azulenco, casi negro, señal de completa madurez.
Las
hojas se secan lo más rápidamente posible y se guardan en
lugar fresco y seco. Los frutos se pueden comer recién colectados,
son agridulces y ricos en vitamina C. Añadiéndoles azúcar,
se preparan confituras de sabor muy agradable. Cuando el azúcar
añadido es poco, a lo sumo como un tercio del zumo extraído,
entra en fermentación, y lentamente se va convirtiendo en vino de
arándanos, que se prepara en la Europa Central.
Arándano
(Vaccinium myrtillus), reducido a la mitad, en fruto, con un detalle de
la planta florida y un fruto visto con mayor aumento. (Visible en versión
CD ROM)
Arandano
con flores y frutos. (Visible en versión CD ROM)
Composición
Como
las de gayuba, las hojas del arándano contienen cantidades importantes
de tanino, quercetina, arbutina, ácido quínico; y una substancia
amarga, la ericolina, a la que se atribuyen propiedades glucosídicas,
pero que, según otros, no es sino la arbutina misma.
En
estado fresco, las hojas contienen 64 miligr. de vitamina C, y como tres
veces más cuando secas.
Los
frutos, de 1 a 5 % de materias tánicas, con antocíanos, azúcares
y ácidos orgánicos. Según H. Kaiser, la proporción
centesimal de los ácidos hallados en el zumo de estas bayas recién
colectadas es: (v. "Süddeutsche Apotheker-Zeitung", 1925) Como se
ve, falta el ácido benzoico, tanto libre como combinado.
La
materia colorante del fruto, llamada mirtilina, según Willstätter
y Zollinger, es un monogalactósido de la mirtilidina, fácilmente
soluble en agua y alcohol. Contienen también, en estado de completa
madurez de 4,78 a 6,28 % de azúcar invertido, que en los frutos
desecados aumenta de 21,29 a 30,67 %. La sacarosa sólo se encuentra
en las bayas inmaturas.
Uso
y virtudes del arándano (Vaccinium myrtillus L.)
Es
una planta astringente, antiséptica, y se le atribuyen propiedades
antidiabéticas.
En
Medicina popular se ha empleado contra innumerables dolencias, pero a menudo
sin fundamento.
Por
su contenido en arbutina puede producir efectos parecidos a los de la gayuba,
no sólo en cuanto a la vejiga y vías urinarias, sino también
en ciertas enfermedades intestinales.
En
este caso, las tisanas que se preparan con las hojas regularizan las deposiciones,
que pierden su fetidez, y evitan la producción de gases intestinales.
También
favorecen la expulsión de las pequeñas lombrices llamadas
oxiuros.
El
uso popular del arándano contra la diabetes fue tomado en consideración
por la Medicina científica hace unas décadas. Algunos médicos
norteamericanos (y, más concretamente Allen) han utilizado una mirtilina
extraída de las hojas con el nombre de insulina vegetal. Este producto
tendría no pocas de las virtudes de la insulina sin algunos de sus
inconvenientes.
Otros
autores, experimentando en animales, han confirmado los dictámenes
americanos. Tratándose de diabetes poco o medianamente graves, H.
Seel cree que con una medicación prolongada, a base de hojas de
arándano, no sólo disminuye el azúcar expulsado con
la orina sino también el contenido en la sangre.
Otros
facultativos, en cambio niegan esta acción hipoglucemiante o le
conceden poca importancia. Oettel cree que el aumento de glucosa en la
sangre, observada repetidas veces cuando se administran al paciente grandes
cantidades de los frutos de arándano, es producido por la hidroquinona
libre que, en las hojas, puede llegar aproximadamente al 1 %.
Finalmente,
las virtudes astringentes de esta planta se utilizan para atajar las hemorroides
sangrantes, con lavados e irrigaciones del cocimiento de las hojas.
La
infusión de hojas de arándano se prepara con 1 onza de las
mismas, trituradas o desmenuzadas, y 1 l. de agua hirviendo. Cuélese
cuando se haya enfriado, sin antes haber quitado las hojas del agua. De
esta infusión se toman 3 ó 4 tazas al día, en los
casos de disentería crónica o de diabetes. No debe endulzarse.
Con
2 onzas de los frutos y 1 l. de agua se prepara el cocimiento se deja que
hierva un cuarto de hora, y se cuela cuando está ya frío.
Para
la cura de arándanos, como para la cura de uvas, se toma el fruto
fresco, y en cantidad de 0 5 a 1 kg. por día. Aprovecha, sobre todo,
para regularizar las funciones intestinales y evitar las fermentaciones
pútridas.
Apuntes
de interés
Los
farmacólogos de la Antigüedad no nos hablan del arándano;
es planta que no se cría en Grecia, y que en Italia sólo
se halla en las elevadas montañas, desde los Alpes hasta los Abruzzos.
Sin
embargo, los autores se preguntan qué plantas fueron los vaccinios
de Plinio. Mattioli, como la generalidad de los que se ocuparon de este
problema, creyeron que se trata de jacintos.
Ignacio
de Asso, apoyándose en noticias dadas a conocer por Francheville
en 1767, poco antes de publicar él su "Synopsis", en las cuales
decía que las bayas de arándano, mezcladas con leche, tiñen
de color purpúreo; y que con alumbre y agallas dan un color azul
que emplean los pintores, según manifestaba Gunner en su "Flora
Norvegica", no duda de que el vaccinium de los antiguos es el arándano.
Pone
sendas citas de Virgilio, Plinio y Vitruvio, y la de este último
autor alude precisamente a la misma mezcla de Francheville: "Eadem ratione
vaccinium temperantes et lac miscentes purpuram faciunt elegantem" (Vitruvio,
Libro VII, cap. 14; y Asso, "Synopsis", pág. 48, 1779).
ARANDANO
O MIRTILO (Vaccinium myrtillus)
Se
utilizan las hojas y los frutos.
Las
hojas contienen taninos catéquicos con acción astringente
y antidiarreica. Un glucósido gálico (neomirtilina) de propiedades
semejantes a los derivados guanídicos con acción hipoglucemiente.
En extracto posee propiedades antifungicas.
Además
posee materias minerales, sobre todo hierro y manganeso, ácidos
orgánicos (benzóico, málico, succínico y quínico).
Pigmentos flavónicos (arabinósido de quercetol), ácidos
triterpénicos (ursólico, oleanólico).
Los
frutos contienen pigmentos antociánicos (el principal es el glucósido
3 delfinidol, otros son el cianidol, malvidol y pentunidol) extraídos
del fruto, después de una fermentación previa destinada a
eliminar la mayor parte de los azucares.
Ejercen
una acción beneficiosa:
Sobre
la microcirculación, aumentando la resistencia capilar y disminuyendo
la permeabilidad (acción vitamínica P).
Antihemorrágica
favorable en las arteriopatías, transtornos de la permeabilidad
capilar, insuficiencias venosas y hemorroides.
En
oftalmología, se regeneran la purpura retiniana, produciendo aumento
de la agudeza visual y mejorando la hemeralopía.
Posee
además acción antiinflamatoria.
Tienen
más afinidad por los riñones y la piel, que por el plasma.
Además
posee taninos que le proporcionan una acción astringente y antidiarréica,
sobre todo en la bayas secas, ya que en las bayas frescas, la astringencia
se encuentra suplantada por el efecto irritante del balasto y ácidos
que le confieren efecto purgante. Propiedades antimicrobianas frente a
bacterias intestinales patógenas (por los taninos). Acidos orgánicos
(málico, cítrico y quínico), azucares (sobre todo
peptina) y vitaminas A y C.
Acción
anticarcinomatosa debido a los antocianósidos oxidorreductores,
peróxidos, vitaminas y sales minerales que restarán las deficiencias
celulares.
Se
utiliza en diarreas, disentería, arteriopatías, insuficiencias
venosas, alteraciones visuales, etc.
En
uso externo (decoción o tintura) en estomatitis y eczemas.
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