Se trata
de un trastorno consecuencia de varias afecciones y que se manifiesta
con presencia de albúmina en la orina. Es de fácil curación con los
siguientes remedios populares y una dieta adecuada.
Arcilla
Uno de los remedios más antiguos y eficaces. Disolver una cucharadita
(de las de café) de arcilla en medio vaso de agua y beber. En casos
de existir también dolores de riñones aplicar cataplasmas de arcilla
sobre la zona hasta su desaparición.
Rabos
de cerezas
Ingredientes: 60 g de rabos de cerezas
Elaboración: Hervir los 60 g de rabos de cerezas en 1 litro de agua
durante 5 minutos a fuego lento. Dejar macerar después 20 minutos.
Colar.
Posología: 2 tazas por día frías.
Estigmas
de maíz
Ingredientes: 50 g de estigmas de maíz
Elaboración: Hervir los 50 g de estigmas de maíz en 1 litro de agua
durante 5 minutos a fuego lento. Dejar macerar después 20 minutos.
Colar.
Posología: beber a discreción durante todo el día hasta 5 y 6
tazas.
Vainas
de judías
Ingredientes: 100 g de vainas frescas de judías largas o de emparrar.
Elaboración: secar al sol las vainas, desmenuzarlas en trocitos
pequeños. Ponerlas a hervir en un litro y medio de agua hasta que el
líquido se reduzca a la mitad. Colar.
Posología: El líquido resultante se beberá a los largo de dos días
tibio
Nota: Este remedio fue aconsejado por Nostradamus a catalina de
Médicis, reina de Francia
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