L A   M E D I C I N A   N A T U R A L   A L   A L C A N C E   D E   T O D O  ST

 L A   A L I M E N T A C I Ó N  

HIDRATOS DE CARBONO

    Tambien llamados glúcidos. Sin lugar a dudas se trata de los nutrientes más importantes si nos referimos a los valores energéticos. Los hidratos de carbono aportan a nuestro organismo cuatro Caalorías por cada gramo. Gracias a la energía que podemos realizar esfuerzos musculares. Los tejidos cerebral, nervioso y pulmonar necesitan la glucosa como fuente de energía y si ésta faltase en el cerebro (la glucosa) aparecerían convulsiones.

    Entre los hidratos de carbono más sencillos encontramos la glucosa, fructosa, galactosa, ribosa, desoxirribosa, los cuales no requieren digestión y se absorben de forma directa en el intestino. Su función primordial es la de sumistrar al organismo energía inmediata lo cual sucede al descomponerse mediante la metabolización.

    Un hidrato de carbono vital para nuestras céulas es la glucosa. fuente de energía, la cual se encuentra en frutas y verduras. La glucosa o dextrosa es el hidrato de carbono en el que se convierten metabólicamente todos los demás hidratos de carbono, transportándose por el cuerpo y utilizándose para así poder producir energía a nivel celular.

    La fructosa o levulosa es el azúcar de las frutas hallándos en las frutas y verduras y su poder edulcorante es elevado.

    La galactosa proviene de la hidrólosis de la lactosa. Forma parte de los glucolípidos y glucoproteínas. Se forma en las glándulas mamarias de los mamíferos y está formada por dos monosacáridos: la glucosa y la galactosa.

    Los disacáridos están formados por dos moléculas de monosacáridos. Destacan la sacarosa, la maltosa y la lactosa.

    Los mono y disacáridos son solubles en agua teniendo un sabor dulce, siendo el más conocido el azúcar común: la sacarosa, la forma más económica de glúcido, la cual se halla en frutas y verduras y está formada por dos monosacáridos: la glucosa y la fructosa. Pero el problema de la sacarosa empieza cuando se consume en exceso, unas veces en forma de azúcar blanco refinado y otras en productos de repostería con harinas refinadas como los pasteles. Su consumo excesivo puede llevarnos a ingerir más calorías de las que el organismo necesita dando como resultado un desequilibrio y una obesidad en muchos de los casos.

    La maltosa se obtiene de la hidrólisis del almidón y está compuesta por dos moléculas de glucosa.

    Los polisacáridos están formados por varias moléculas de monosacáridos desde diez a varios millones y forman la reserva de energía en los animales con el glucógeno y con el almidón en los vegetales. Existen otros polisacáridos qque poseen una función estructural como es la celulosa en los vegetales.

    El almidón está formado entre 300 y 1000 moléculas de glucosa y se encuantra en raíces, semillas y tubérculos, especialmente en cereales y verduras, siendo la reserva vegetal por excelencia.

    El glucógeno, polisacárido de reserva animal, se acumula en el hígado y en los músculos, dando lugar a moléculas de glucosa al descomponerse. Así pues, si tenemos un exceso de glucosa en nuestra sangre, el excedente se convierte en glucógeno y si por el contrario, si la tasa de glucosa en la sangre es baja se descompone el glucógeno en glucosa para que la tasa de ésta se eleve y así alcance los valores normales. El glucóceno del hígado se emplea para la regulación de la tasa de glucosa en sangre, mientras que el glucógeno de los músculos se utiliza como fuente de combustible.

    La celulosa forma la membrana de las células vegetales y se encuantra en tallos y hojas de las plantas formando la cascarilla de cereales y semillas. El metabolismo del ser humano carece de enzimas digestivos capaces de hidrolizar la celulosa, lo cual es una gran ventaja si se la considera un componente de la fibra. La digestión de los polisacáridos (almidón) es más laarga que la de los monosacáridos. Mientras que las calorías de los azúcares se liberan rápidamente en minutos, las calorías de los almidones se liberan en una o dos horas.

    Los hidratos de carbono refinados han sido privados de parte del complejo vitamínico del grupo B, el cual es indispensable para el metabolismo de los hidratos de carbono, así como de los minerales, algunos de ellos indispensables para una alimentación equilibrada. Cuando elegimos un alimento no sólo debemos tener en cuenta su contenido en hidratos de carbono sino también la naturaleza de los mismos. Un ejemplo lo tenemos en las judías secas, las cuales contienen un alto porcentaje de de hidratos de carbono, pero que sin embargo son difíciles de digerir debido a su alto contenido en celulosa, mientras que el arroz, en cambio, es de fácil asimilación.

    Destacaremos como alimentos ricos en hidratos de carbono: cereales, verduras, frutas y hortalizas. LAs frutas contienen entre un 6 y un 20% de hidratos de carbono, las hortalizas entre un 3 y un 5%, con un contenido calórico más bajo pero son ricas en celulosa, hemicelulosa y agua. La miel es un alimento rico en hidratos de carbono especialmente en monosacáridos.

    Los alimentos de procedencia animal poseen pocos hidratos de carbono. El hígado posee hasta un 6% de glucógeno, mientras que el músculo esquelético puede contener hasta un 2% de glucógeno.

    La leche contiene hasta un 4,2% de lactosa. Un exceso dehidratos de carbono en nuestra dieta haría que fuesen metabolizados y convertidos en grasas. Los hidratos de carbono menos apreciados, desde un punto de vista nutritivo, son los refinados como el azúcar blanco, los caramelos, bombones, pastelería, refrescos azucarados, etc, siendo aconsejable no ingerir más de 60 gramos diarios de azúcar refinado. Los alimentos ricos en hidratos de carbono son el azúcar, patatas, pastas, pan, arroz, legumbres.

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