L A   M E D I C I N A   N A T U R A L   A L   A L C A N C E   D E   T O D O S


      CUIDA TU PIEL

La piel refleja nuestro estado de salud interno. Todo lo que comemos repercute en su aspecto. Una dieta pobre en nutrientes esenciales, por ejemplo, reduce el flujo sanguíneo y el oxígeno que llega a la piel, debilitando su capacidad de protección contra las infecciones y dificultando por lo tanto su proceso de curación.
Las vitaminas y minerales son esenciales para tener una piel sana y saludable. La mejor manera de asegurarnos que nuestro organismo recibe estas vitaminas y minerales es a través de la dieta sana y equilibrada. Las frutas frescas del tiempo, verduras y hortalizas son un ejemplo claro de riqueza en estos nutrientes. Muchas personas que tienen carencia de vitaminas basan su dieta en alimentos cocinados, harinas blancas y carnes, alimentos pobres en vitaminas, minerales y oligoelementos. Por otro lado los hábitos y la vida antinatural contribuyen notablemente al deterioro de nuestra piel. Con la llegada del verano los problemas se pueden acrecentar si no tomamos medidas, con la exposición al sol y el calor excesivo. Los siguientes remedios y consejos ayudarán notablemente a su piel a recobrar una apariencia sana y saludable. No olvide consultar a su especialista para cualquier decisión que desee tomar.

¿Bebe usted la suficiente agua al día?
Se estima que nuestro organismo necesita diariamente 1,5 L de agua y 2 litros durante el verano. Cierto es que en muchas frutas frescas se encuentra el agua en un gran porcentaje como es el caso de la sandía, el melón, etc... por lo que las personas que no consumen frutas deben de tomarse más en serio este consejo de beber 2 litros de agua al día si quieren tener una piel sana.


Cosmética natural

La piel es la parte del cuerpo más expuesta a las inclemencias del exterior. Es más fina en la mujer que en el hombre. Su espesor oscila entre 0,5 y 2 mm dependiendo de las zonas del cuerpo. Su superficie es de aproximadamente 1,5 m2 con un peso de entre 2,5 y 3 kg. La capas son tres: 

Epidermis, que es la más profunda formada por células que se regeneran continuamente. 
Dermis es la capa atravesada por nervios, vasos sanguíneos y linfáticos
y tejidos fibrosos. Es en esta capa donde se producen los nacimientos de
las glándulas sebáceas y sudoríparas. 
Subcutis es la capa que conecta la epidermis y la dermis con los tejidos
subyacentes. Está formada por fibras que se organizan en una configuración más suelta.

Funciones de la piel: 

Protección. Defiende al cuerpo de gérmenes y radiaciones solares 
Respiración: Deja pasar el oxígeno al interior de nuestro organismo y expulsa el anhídrido carbónico. 
Secreción y excreción: Es una función de desintoxicación por medio de las glándulas sudoríparas y sebáceas. 
Regulación de temperatura: Dependiendo de la temperatura exterior la piel recibe más o menos sangre con el fín de mantener una temperatura de 37º 
Almacenamiento: Los sobrantes se almacenan en la piel. 
Detección: Dolor, placer, calor, frio, etc 
Vitamina D: Elaboración de la vitamina D por medio del Sol. Esta vitamina es muy importante para los huesos. 
Absorción: Asimilación de sustancias volátiles, olorosas y grasas.

Plantas para la piel con acción astringente: 

     Se trata de plantas ricas en taninos y ácidos orgánicos (lavonoides y antocianinas) 
     Producen una considerable disminución de la secreción sebácea, cerrando los poros y reafirmando la piel. 
     Su efecto es vasoconstrictor, descongestivo y antiinflamatorio. 
     Preferiblemente se emplean en pieles secas. 
     Plantas medicinales: Hamamelis, rosa roja, escaramujo, tomillo, nogal, ortiga blanca, zarzamora. 

Plantas para la piel con acción emoliente 

Son las plantas ricas en mucílagos, pectinas y almidón. 
Retienen agua, manteniendo una adecuada hidratación. 
Forman una barrera protectora sobre la piel. 
Muy indicadas en pieles secas con prurito. 
Plantas medicinales: Gordolobo, nogal, lino, malvavisco, ortiga blanca, Hamamelis, escaramujo, zarzamora, rosa roja, llantén, borraja, saúco, violeta, pensamiento. 

Plantas para la piel con acción antiséptica 

Se trata de plantas ricas en esencias y otras sustancias como las naftoquinonas y lactonas. 
Sus efectos son a nivel de desinfección, antimicrobiano. 
Plantas medicinales: bardana, propóleo (abejas), caléndula, hisopo, tomillo, serpol, salvia, romero, mejorana, albahaca, menta, lavanda, nogal, ajedrea, hipérico. 

Plantas para la piel con acción antifúngica (hongos) 
Plantas: ajo, enula, propóleo (abejas), nogal, orégano, tomillo, ajedrea. 

Plantas para la piel con acción cicatrizante plantas que favorecen la cicatrización gracias a la presencia de sustancias regenerativas como la alantoína o el asiaticósido. 
Plantas medicinales: Áloe vera, centella asiática, milenrama, cola de caballo, consuelda, agrimonia, caléndula, manzanilla. 

Plantas para la piel con acción protectora nutritiva 
Se debe su acción a la presencia de aceites ricos en glicéridos, vitamina E, ácidos grasos esenciales, lectinas, etc. 
Plantas medicinales: Aceites de borraja, oliva, maíz, almendras, lino, trigo, onagra.
                         Piel grasa: remedios para mejorarla

Indudablemente, que usted tenga la piel grasa no es su culpa. Probablemente, si hay algún culpable son tus antepasados. Seguro que 
tenía un propósito útil, como contrarrestar el efecto del sol mediterráneo o de las lluvias del monzón. Sin embargo, hoy en día no necesitas soportar estas situaciones tan extremas y te preguntas por qué brilla tu frente cuando te miras en el espejo. La herencia y las hormonas son dos factores que hacen que puedas tener la piel grasa. Las mujeres embarazada a veces notan un aumento de grasitud en la piel, debido a los cambios hormonales. Lo mismo ocurre con muchas mujeres que toman anticonceptivos orales. Los nervios y el estrés también pueden influir negativamente, aumentando la secreción de las glándulas sebáceas. Muchas veces, queriendo corregir el problema utilizamos  cosméticos para piel grasa, que más allá de solventar 
nuestro problema, lo agravan aún más.

Lo que debe usted de saber acerca de la piel:

La epidermis, o parte exterior de la piel, está formada por un gran número de células cutáneas, que son continuamente producidas en los estratos más profundos de la piel, desde dónde viajan a la superficie, perdiendo humedad y aplanándose poco a  poco hasta  que, ya convertidas en células cutáneas muertas se desprenden. En este momento, las células están 
compuestas por una proteína llamada queratina, la misma que encontramos en las uñas y en el pelo, y son como pequeñas escamas quebradizas. La epidermis descansa en la dermis, que es como un cojín que confiere forma, fuerza y soporte a la piel. En su interior existe una red de fibras de colágeno, envuelta en tejido conjuntivo. También hay fibras de elastina, que le dan a la piel su flexibilidad y evitan que sea un tejido rígido. La dermis está irrigada por una seri de diminutos capilares, que llevan a las células cutáneas oxígeno y otros nutrientes vitales, y se llevan los productos tóxicos de desecho. También existen unas glándulas, llamadas sebáceas, que comunican con la superficie mediante los poros, localizados en la epidermis. Estas son las productoras de la sustancia grasa llamada sebo, cuya función consiste en lubricar la piel y evitar la deshidratación de sus células. Su acción es la que determina si tu piel es seca, normal o grasa.
En tu caso, la piel grasa está motivada por una hiperactividad de las glándulas sebáceas, en particular las de la cara, espalda y pecho. El exceso de grasa tapona los poros, formando a menudo espinillas que degeneran en granitos o abscesos cuando resultan infectados por bacterias.

CONSEJOS PARA TENER UNA PIEL SANA
A continuación le proponemos una serie de consejos para que mejore el aspecto de su piel. Es importante que tenga en cuenta, que con ellos podrá controlar una serie de factores, pero habrá otros que se escapen de su control. No existen curas mágicas para la piel grasa, pero con unos pequeños trucos, la podrá mejorar notablemente.
 

   Es imprescindible mantener la piel limpia. Probablemente su piel sea muy sensible y deba cuidarla como la de un bebé. Lávese con agua templada y con un jabón con componentes naturales (puede tener como componentes manteca de Karité, aceite de coco o glicerina). Jabones muy recomendables para la piel grasa son los de arcilla verde, algas, propóleo o lechuga. Acostúmbrese a lavarse la cara antes de irse a dormir, de esta manera limpiará la piel de impurezas y de polución  que se acumula en ella a lo largo del día. Deje una toalla exclusivamente para secarse la cara. Hágalo suavemente, con pequeños toquecitos, no frote o raspe la piel. No se lave la cara muy a menudo. De esta manera solo conseguirá que se reseque y que la piel se vuelva mucho más grasa.
   Si no le gusta lavarse la piel con jabón aquí le proponemos una receta casera y natural para hacerse una leche limpiadora. Ponga en una batidora medio vasito de leche, un poco de miga de pan y 6 o 7 trocitos de nabo. Cuando haya tomado una consistencia líquida, aplíquelo sobre el rostro como si fuera su cosmético habitual. Con ella la piel queda perfectamente fresca y limpia.
   Es importante que después se ponga un tónico de aloe (Aloe vera) o agua de rosas. Ambos son astringentes y suavizantes. Para hacer el agua de rosas, basta con hervir 30g de flores de rosas, que encontrará en tiendas de 
herbodietética, en medio litro de agua, durante 20 minutos. Cuélelo y deje enfriar. Pásela a un bote de cristal opaco y con cierre hermético y guárdela en la nevera. Sólo se conservará dos días.
   Puede preparar otra loción astringente, hirviendo 600ml de agua con una ramita de tomillo (Thymus vulgaris L.) durante 5 minutos. Cuando se haya enfriado añada un chorrito de zumo de limón y úsalo 2 o 3 veces al día en las áreas afectadas. Recuerde mantenerlo en un envase opaco en la nevera, y utilizarlo antes de 3 días. Para reforzar su poder astringente, puede añadirle a la infusión 2 hojitas de menta (Mentha piperita L.), una pizca de romero (Rosmarinus officinalis L.) y para no renunciar a una acción suave ponga 2 hojas frescas de chirivía.
   Es muy importante que hidrate su piel. Que sea grasa no implica que no deba hidratarla. Las cremas de aloe (Aloe vera), vitamina E
   Para las pieles sensibles le proponemos un aceite de árbol del té. No le asuste poner aceite sobre tu piel, ya que estas esencial naturales contienen sustancias que actúan sobre las pieles grasas y son absorbidas rápidamente. Mezcle 25ml de aceite de cacahuete (dos cucharadas soperas y media), la misma cantidad de aceite de almendras dulces, 1 cucharada de gel de aloe (Aloe vera) y 10 gotas de aceite esencial de árbol del té. Guárdelo en una botella de cristal opaco con tapa hermética. No se olvide conservarlo en la nevera o lugar fresco para que no se enrancie.
   Los hombres que padecen acné tienen que afeitarse con sumo cuidado. No deben hacerlo con máquinas de afeitar eléctricas sino con cuchillas. que hay que cambiar cada vez (así evitará la infección que resulta cuando se corta un granito). Después del afeitado, colóquese una toalla caliente sobre el rostro, como lo haría el barbero, humedecida con agua a la que se han añadido 3 gotas de aceite esencial de lavanda o de árbol del té. A continuación sustituya la loción para después del afeitado, por un aceite facial como el de árbol del té que proponemos más arriba. Utilice también un tónico astringente, como los de aloe o agua de rosas.
   Si su piel ha quedado irritada por el afeitado, una crema de Caléndula (Caléndula officinalis L.) o de Consuelda  (Symphytum officinale L.). Si quiere hacerla en casa, a continuación le proponemos la siguiente receta. En el siglo XVII la caléndula (Caléndula officinalis L.) era considerada un potente antiséptico. Habitualmente está disponible en pomada, por sus propiedades antifúngicas y astringente. Además regenera, calma y suaviza la piel. Disuelva 50g de cera de abeja al baño maría y añada 70ml de glicerol y 80ml de agua y remueve bien. Cuando se añada el líquido la mixtura solidificará un poco, de forma que debe mantener el bowl al baño maría. Remueva y vuelva a fundir la mezcla. Añada 30g de la  planta seca o 75g de la fresca y remueva bien. Deje cocer a fuego lento durante 3 horas, cuidando que el cazo no se quede sin agua. Utilice una prensa de vino o una bolsa de gelatina fijada a una jarra para colar la mixtura caliente o en el bowl tan rápidamente como pueda. Remueva la pomada colada y fundida constantemente hasta que se enfríe, para evitar que se desligue. Si empieza a desligarse, póngala de nuevo al baño maría y recalienta añadiendo 10-20g de cera de abeja. Cuando la pomada haya cuajado, llene los botes con una paleta. Llene primero los bordes y después el centro para evitar que salgan 
burbujas. Guarde la pomada en la nevera.
   Si tiene granitos, puede aplicarse directamente sobre cada uno de ellos, una gota de aceite esencial de lavanda o árbol del té. Nunca lo aplique de forma generalizada en toda la cara o el cuerpo. Ponga la gota de alguno de los aceites esenciales recomendados en una gasa y aplica sobre el grano. Continúe haciéndolo hasta que haya desaparecido del todo.
   De vez en cuando es necesario liberar a la piel de las células muertas que se acumulan en la epidermis e impiden su correcta oxigenación. Una crema casera con la que obtendrá inmejorables resultados es la pasta lograda de mezclar agua tibia con harina de avena integral. La avena, además de realizar una tarea abrasiva suave, tiene propiedades desinfectantes y protectoras para nuestra piel.
   Para las espinillas un remedio muy potente, es la miga de pan integral remojada con leche caliente. Si lo aplica sobre el rostro diariamente durante 3/4 de hora, está preparación tiene propiedades calmantes, desinfectantes y 
astringentes, mejorando notablemente la sintomatología de las espinillas y ejerciendo un efecto curativo.
   Una receta muy buena para paliar el exceso de grasa es una mascarilla con ciruelas. Machaque la pulpa de 6 ciruelas y aplíquela cada mañana durante una hora. Es capaz de mantener el rostro todo el día sin un solo brillo de grasa, ya que el efecto tonificante y astringente de la ciruela normaliza la secreción sebácea de las glándulas. Si no dispone de las ciruelas frescas, puedes utilizarlas secas, previamente remojadas durante 12 horas.
   Para limpiar la piel de puntos negros y regular la producción de grasa, pruebe con una mascarilla hecha de una mezcla de yoghurt natural, un chorrito de limón y unas gotas de vinagre natural de sidra. Deje actuar durante media hora y lávese con agua tibia. Al cabo de unos días los puntos negros saldrán por sí solos.
   La Emperatriz Cleoplatra conocía bien las propiedades de la mascarilla de Barro del Mar Muerto. El Mar Muerto tiene un 27% de contenido de sales y minerales, el porcentaje más alto de todos los mares. Su piel necesita una estimulación, una exfoliación, una limpieza profunda y una mineralización. Todo esto lo conseguirá con una mascarilla de barro. Es rica en caolín y silicatos, y ayuda a eliminar las impurezas y el exceso de grasa. Póngase una capa fina por toda la cara evitando los ojos y la boca. Déjela actuar durante 5 minutos, si es tu primera aplicación y 15-20 minutos, si ya la ha utilizado. Es posible que note un poco de picor. Es buena señal. Eso significa que el barro está actuando. Puede aplicarse esta mascarilla tres veces a la semana si tiene la piel muy grasa. Le recomendamos que también utilice el jabón del Mar Muerto.
   Seleccione los cosméticos con cuidado. Los cosméticos se dividen en dos grandes categorías: los que tienen base oleaginosa y los que son de base acuosa. Procure comprar el maquillaje "oil-free", es decir libre de grasa. Aplíquese polvos sueltos sobre el maquillaje, ya que ayudará a disimular el brillo y le protegerá la cara.

     Otros remedios

   Los suplementos de vitamina E seca, y los complejos de antioxidantes (vitamina A, C, E, zinc y selenio) son muy  recomendables. Sigua las recomendaciones de dosificación indicadas en la etiqueta. También puede consultar nuestra página dedicada al acné.
   Es importante vigilar la dieta, ya que alimentarse mal puede empeorar las cosas. Coma frutas y verduras frescas, cereales integrales, melazas de cereales, pescados, frutos secos, aceites vegetales de primera presión en frío y semillas. 
     Evite los fritos, los lácteos, las comidas grasas, las comidas procesadas, el chocolate, la carne de cerdo y cordero, los embutidos, el azúcar blanco y las harinas refinadas.
   Practique algún ejercicio con regularidad, sobre todo y si tiene la oportunidad al aire libre. El sol puede mejorar su situación, aunque no cura.


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