L A   M E D I C I N A   N A T U R A L   A L   A L C A N C E   D E   T O D O S


        Entrevista al doctor Glum

Elizabeth Robinson.- 
Para comenzar, Dr. Glum, ¿puede contarnos un poco de cómo se empezó a interesar en la historia que cuenta en "La llamada de un ángel" y
 cómo obtuvo información de René Caisse y su trabajo?.


Dr. Gary Glum> Un cercano amigo mío conocía a una mujer, cuyo nombre prometí no revelar, que vivía en Detroit, Michigan. Veinte años atrás le
 habían diagnosticado cáncer cervical en un hospital de Detroit, y le habían catalogado como incurable y terminal. Le habían dado como diez días
 de vida.



Convenció a su marido de hacer un viaje a Bracebridge, Canadá, y fue a ver a René Caisse. Fue tratada con el remedio herbal desarrollado por 
René –el Essiac– y en poco tiempo ya no tenía ninguna célula cancerosa en su cuerpo. Desde entonces esta mujer dedicó su vida a diseminar 
información sobre el Essiac en Estados Unidos. Cuando la conocí, era la única persona poseedora de la fórmula original y que estaba dispuesta 
a proporcionarla.


Conseguí la fórmula del Essiac a través de ella. Así comenzó todo. Al principio, todo lo que tenía era un pedazo de papel. Pensé 
"¿qué voy hacer con esto?". Decidí que lo mejor era buscar información oculta sobre el Essiac, ponerla en un libro y darla a conocer al mundo.


Conseguí información sobre René Caisse a través de Mary McPherson, quien era una amiga muy cercana de René… no sólo una amiga, sino
 también su paciente.


La madre de Mary y su marido también fueron sus pacientes. Todos fueron tratados por cáncer y curados por René.

Mary trabajó con René al principio de la década de los treinta y tenía en posesión muchos documentos relativos al Essiac, por los 40 años que 
René la administró.


Todos los documentos que tenía René fueron destruidos por el Ministerio Canadiense de Salud y Bienestar, cuando ella murió en 1978.
 Quemaron toda la información en tambores de 55 galones detrás de su casa.


– ¿Por qué?
– Porque no quieren que esta información llegue a las manos del público, de la prensa o de ninguna otra persona. Ellos ya habían descubierto
 lo que era el Essiac en 1937. Las reuniones de la Real Comisión del Cáncer habían llegado a las mismas conclusiones que René, que el Essiac
 era una cura para el Cáncer.



– ¿Qué es exactamente el Essiac?
– Essiac es una cura herbal para el cáncer, no tóxica, que ha estado con nosotros desde 1922. Es una fórmula hecha con cuatro hierbas muy 
comunes.


Se ha ocultado la información porque el cáncer es el segundo negocio más productivo del mundo, después de la petroquímica. El dinero y el 
poder acallaron la verdad. Nadie nunca ha pretendido curar el cáncer; sólo controlarlo.


Los institutos de Investigación, las compañías farmacéuticas, todos los que han manifestado interés en el cáncer, incluyendo a la Sociedad 
Americana de Cáncer, la Sociedad Canadiense de Cáncer, todos los autoproclamados benefactores de aquellos que han contraído la enfermedad,
 todas estas instituciones están involucradas en el manejo de dinero y poder que rodea al cáncer.


Estas instituciones tienen influencia sobre el gobierno y sus agencias reguladoras tales como la Administración de Drogas y Alimentos (F.D.A.,
 por sus siglas en inglés). La F.D.A. (agencia de EE.UU.) recomienda sólo tratamientos alópatas para el cáncer y otras enfermedades 
potencialmente mortales. No aprueba ni legaliza tratamientos alternativos de ningún tipo.


–Lo que dice es que el Essiac está en una posición similar a, por ejemplo, el medicamento laetril.
–Sí, y la única razón por la que detuvieron al laetril –no podría haber sido parado de ninguna otra manera– fue a través de las compañías de 
seguros. Las compañías de seguros mandaron una circular a todos los médicos alópatas afirmando que no podrían aceptar a pacientes con
 sustancias no aprobadas por la F.D.A.


En su libro menciona que la Clínica Brusch, de Massachusetts, trabajó con René Caisse. ¿La Clínica ha seguido haciendo investigaciones 
con el Essiac?


– El Dr. Charles A. Brusch ha abandonado la práctica. Él fue el médico personal del presidente John F. Kennedy. El Dr. Brusch trabajó con 
René de 1959 a 1962, trabajó con miles de pacientes con Cáncer. También trabajó en la Comisión Presidencial de Cáncer, con gente como 
el Dr. Armand Hammer, con la Sociedad Americana de Cáncer y el Instituto Nacional del Cáncer.


El Dr. Brusch presentó sus hallazgos tras diez años de investigación. Llegó a la conclusión de que, en sus propias palabras, "El Essiac es
 una cura para el cáncer, y punto. Todos los estudios hechos en laboratorio en Estados Unidos y en Canadá apoyan esta conclusión".


Fue entonces cuando el gobierno federal estableció una orden perentoria diciendo "Tiene una de dos opciones: o se calla la boca o lo
 refundiremos en una prisión militar y nadie volverá a escuchar de usted". Así es que no volvimos a escucharle.


Los pacientes de Brusch bajo Essiac incluyeron al hijo de Edward Kennedy que había desarrollado sarcoma en una pierna y se la habían 
amputado. El Dr. Farber no sabía cómo salvarlo, pues nunca nadie había sobrevivido a ese tipo de sarcoma. Así es que fue con Brusch y le
 preguntó "¿cómo vamos a salvar al hijo de Ted Kennedy?" y el Dr. Brusch sugirió ponerlo en tratamiento de Essiac, después de hacerlo no 
volvió a tener una célula cancerosa. Pero han ocultado toda esta información al público.


– ¿Por qué?
– Como le digo, dinero y poder.


– ¿Sabe si este medicamento actualmente está en uso o bajo pruebas en alguna parte de Estados Unidos, o Canadá?.

– En este momento, el Essiac está en uso en los Estados Unidos, en Canadá, en México, en Australia, Europa, Asia y recientemente, 
también en África. El mensaje del Essiac está encontrando su camino en todo el mundo. Pero es conocido sólo por grupos muy limitados.


Pero además, también está el problema de las compañías distribuidoras de hierbas en todo el mundo, que están sustituyendo la acedrilla 
por lampazo amarillo y lampazo chino y aquél es el ingrediente crítico del Essiac.


La acedrilla es el ingrediente herbal del Essiac responsable de la destrucción de células cancerosas, o bien de su amalgama, regresando 
a las células con metástasis al lugar del tumor original. Esa investigación fue realizada por el Dr. Chester Stock en el Sloan-Kettering de Nueva
 York durante más de tres años. Pero una vez reunida la información, la ocultaron al público, si bien se la entregaron al Ministerio Canadiense 
de Salud y Bienestar. El gobierno canadiense inmediatamente prohibió la venta y distribución de la hierba.


– ¿Prohibir una hierba vulgar como la acedrilla?
– Sí; la acedrilla es una hierba común que crece abundantemente en toda Norteamérica y Canadá. Tan común como una vulgar hierba.

(Nota: Después de realizada esta entrevista, la revista Wildfire se enteró, a través de un herborista canadiense, que su gobierno había
 recientemente prohibido la comercialización de la hierba de San Juan, otra hierba común muy usada por herboristas).



– Bueno, me parece que prohibir la acedrilla no será una medida eficaz si uno mismo puede identificar la hierba.
– Sí; sólo es cuestión de identificar la planta, cosecharla correctamente, dejarla secar del modo correcto y después mezclarla con las otras
 hierbas.



René cosechaba la acedrilla (Rumex acetosella) cuando tenía de 4 a 6 pulgadas (10 a 15 cm) de altura. La cortaba y volvía a crecer y entonces
 la cortaba de nuevo. Repetía el proceso unas tres veces y luego la dejaba crecer para producir semilla. Llegaba a crecer de 14 a 16 pulgadas
 (35 a 40 cm). Llevaba los cortes de la hierba a casa y los dejaba secar a temperatura ambiente, dejaba los cortes reposar 3 ó 4 días antes de
 empezar a voltearlos. Los volteaba cada dos días hasta que tuvieran totalmente secos, lo que tardaba entre 10 días y dos semanas. Con un
ramito de acedrilla conseguía una onza (28 g) de polvo seco, que era lo que usaba en la fórmula.



– ¿Tiene usted la fórmula? No aparece en su libro, aunque menciona la existencia de un video.
– Sí; la tengo. Y puedo dársela a cualquiera, sin ningún costo. Ya no vendemos el video; simplemente enviamos la fórmula por correo a
 cualquiera que la pida.



– La Editorial Sun Bear me dijo que tuvo problemas para publicar el libro y distribuirlo. ¿Qué clase de problemas?
– No había ninguna casa editorial que quisiera publicarlo. Nadie quiso correr el riesgo de una demanda de muerte por negligencia; así es que 
tuve que publicarlo por mis propios medios. Y tan pronto como lo hice, me cayó Hacienda con un cobro de medio millón de dólares en impuestos
 y me dijeron: "Esto no tiene nada que ver con impuestos; es por el cáncer". De hecho, se llevaron mis archivos de mi consultorio y los 
confiscaron. También miles de mis libros fueron confiscados en la aduana por el gobierno canadiense; nunca me han regresado esos libros.
 Los únicos que me quedan los tengo escondidos en bodegas.



– Es increíble. ¿A qué atribuye el interés por mantener esos libros fuera de circulación?
– Dinero y poder, como ya le dije. El cáncer es el segundo negocio más productivo del mundo, justo después de la petroquímica. En Canadá, 
el Ministerio de Salud y Bienestar confisca el libro porque dicen que es muy "publicitario".



– ¿Publicitando qué? ¿El video que ya ni siquiera vende?
– No, una cura para el cáncer.

– ¿Puede explicar un poco más sobre el miedo que tienen los editores a una demanda de muerte por negligencia?

– De lo que se trata es que le estamos dando a la gente una fórmula que pueden preparar y usar en la privacía de su casa, sin la aprobación 
de la A.M.A., de la F.D.A. o de nadie más. Si por cualquier razón, un abogado o un miembro de la familia, decidiera que la causa de la muerte 
de alguien fue el uso del Essiac, se echaría de cabeza en una demanda, dado que no es legal su uso pues no fue aprobado por la F.D.A.



Cuando René Caisse solicitó permiso para probar el Essiac, se le concedió tratar pacientes terminales de cáncer que hubieran sido desahuciados
 por los médicos. Esa fue la primera condición. En segundo lugar, todo debería estar certificado por un reporte patológico. Y tercero, no podría 
cobrar nada por sus servicios. Aceptó todas las condiciones y empezó a tratar pacientes con Essiac. Muchos de ellos todavía asistieron a su 
funeral, 35 años después, cuando, a los 90, murió René.


Como saben, en 1937, el Essiac estuvo a tres votos de ser legalizado como un tratamiento para el cáncer.

La gente había recolectado 55.000 firmas en una petición para permitirle a René seguir usando el Essiac. Años después descubrió que el único 
motivo por el que no se ganó la mayoría fue por una reunión del Colegio de Médicos y Cirujanos con el Parlamento, en la que sostuvieron: "Si no
 prestan atención a la presión política y legalizan el Essiac, entonces revisaremos el asunto con seriedad y le daremos a esta mujer una 
oportunidad para escucharla". Así es que el Parlamento no legalizó el Essiac. Siguiendo las recomendaciones de la Real Comisión del Cáncer, 
se le permitió a René continuar su práctica, pero bajo las condiciones antes mencionadas, lo que permitió al Ministerio de Salud y Bienestar
 restringir el acceso público al tratamiento del Essiac.


Sé lo que le estoy diciendo porque tengo una copia de las transcripciones de las audiencias; me las dio Mary McPherson y son parte de la
 información que no se quemó tras la muerte de René.



– Ya lo había mencionado. ¿Qué fue exactamente lo que se quemó?
– Todo el resultado de sus investigaciones de 40 años. Todos los nombres, todo el historial clínico que había recogido. Sus archivos y records. 
(Nota de AFR: se refiere a "registros" o "grabaciones").


– ¿Y qué pasó con los historiales de la Clínica Brusch? Esos podrían ser evidencia convincente.
– Hasta donde sé, todo ese material también fue destruido. Supe que René trabajó con el Dr. Brusch en 1959 y 1962, así es que fui a la casa
 del Dr. Brusch en Cambridge, Massachusetts, y allí me entregó el único material que le había quedado de sus archivos sobre el Essiac. 
Uno de ellos era su archivo personal, pues trató su propio cáncer con Essiac. Yo tengo sus papeles.



Toda la información de mi libro está corroborada con hojas de papel con fechas y firmas, y esas hojas y firmas son originales; no son copias.


– ¿Ha tenido usted alguna experiencia personal con el Essiac?
– Sí, puedo darle un ejemplo. Toby Wood era un niño de 12 años; había contraído linfoblastemia, que es una de las más virulentas formas 
de leucemia. Había estado en quimioterapia por 4 años y en radiaciones por 3.


El único anhelo en la vida de su madre era encontrarle una cura. Fue a todos lados; probó todos los tratamientos alternativos.

Su última parada fue con el Dr. Alvazados, en Atenas, Grecia; la cuenta de células blancas del niño era de 186.000. No tenía células rojas
 ni plaquetas; se estaba desangrando. Le pusieron una transfusión y lo mandaron de regreso a Alaska con una esperanza de vida menor a 
cinco días.


Conocí a una hermana de la madre en Los Ángeles mientras preparaba mi libro, y ella me preguntó si podría creer en esto. Tuvimos una larga 
conversación.


Pidió dinero prestado para volar a Anchorage y llevar una botella de Essiac.

Para cuando llegó, le pronosticaban a Toby tres días más de vida. Estaba en un completo estado de deterioro. Tomó el Essiac y en 24 horas 
se pararon las hemorragias. Después de tres meses, todos sus exámenes de sangre resultaron normales. Meses después estuve en Alaska 
y lo conocí.


Toby finalmente murió, y encontramos un patólogo dispuesto a practicarle una autopsia exhaustiva. Sabíamos que ya no tenía leucemia;
queríamos saber cuál había sido la causa de la muerte. El reporte tardó 4 meses en llegar.


El patólogo había examinado todos sus órganos vitales, cerebro, testículos y la médula espinal. No había blastemas en los órganos vitales 
ni en la médula espinal. Había algunas células errantes en el cerebro y los testículos. La causa de la muerte fue un daño al miocardio, efecto 
secundario a la quimioterapia.


Este fue el primer reporte existente en la historia médica de una persona que hubiera sobrevivido a la leucemia linfoblastémica. Entregamos 
esa información a las agencias noticiosas AP (Associated Press) y UPI (United Press International), pero dijeron que no era una noticia 
impactante.


Nuestra información sobre el Essiac ha dado la vuelta al mundo dos veces en la revista Publisher's Weekly en un gran anuncio de dos páginas.
 No recibimos respuesta de ninguna casa editorial en todo el mundo, ningún productor o director de Estados Unidos, ningún programa televisivo 
de entrevistas, nada de eso. No tenemos acceso a los medios de comunicación.


De hecho hablamos con Philip Scheffler, productor de "60 minutes" (Nota de AFR: pueden verlo subtitulado en el canal A&E "Mundo"). 
Leyó el libro y le preguntamos qué haría al respecto; dijo que nada. Le dije que toda la información del libro era verificable; que, en otra
 palabras, era verdad. Le dije "¿entonces por qué no nos exhiben en "60 minutes", al Essiac y a mí, como un fraude?". Él dijo: "No, no puedo".


Llevamos el libro con Joe Donally, que es el productor ejecutivo de los noticiarios de ABC en Nueva York. Le dijimos: "¿por qué no dárselo a 
Peter Jennings, Geraldo Rivea, Ted Koppel, o uno de esos?", dijo que no.


Preguntamos por qué no; dijo que porque las líneas telefónicas estarían invadidas por 65.000 llamadas. Le dijimos "¿No cree que los padres 
de un niño que muere de leucemia se sentirían identificados con esas 65 mil llamadas?".


Él replicó que tiene su casa hipotecada y que debe de pensar en su retiro.

Ese es el problema. Nadie quiere que esta información se divulgue. No son sólo los medios masivos. Esto incluye a las compañías distribuidoras
 de hierbas medicinales, que están sustituyendo la acedrilla con lampazo chino.


La gente recibe ingredientes equivocados para el Essiac, sin contar las 5 ó 6 fórmulas incorrectas que andan circulando por ahí. Están divulgando
 fórmulas falsas; hay toda una campaña de desinformación.


– Esta campaña de desinformación, ¿empezó al mismo tiempo que salió su libro?
– Antes de mi libro, esta información no estaba de ninguna manera al alcance del público. No había más información que algunos artículos 
aislados. Por supuesto que la fórmula no estaba de ninguna manera al alcance del público. Toda la información era retenida por la Corporación
Resperin de Toronto, Canadá, que se supone que es una institución privada.


Incluso trabajaban hombro con hombro con el Ministerio Canadiense de Salud y Bienestar, que colaboraba directamente con la F.D.A. y con 
el Instituto Nacional del Cáncer en Bethesda, Maryland. Resperin nunca entregó a nadie la fórmula del Essiac.


– ¿La Corporación Resperin no hizo ninguna investigación con el Essiac?
– Han hecho investigaciones desde 1978, cuando René les proporcionó la fórmula por el precio ganga de un dólar. Tan pronto como tuvieron
 la fórmula, le dijeron a René que ya no la necesitaban. El Ministerio de Salud y la Corporación Resperin le habían hecho creer que ella dirigiría
 las investigaciones que tanto deseaba estructurar.


Pero René ya había hecho pruebas clínicas. Tenía nombres e historiales. Pensó que la Corporación Resperin era políticamente poderosa y 
con el dinero necesario para hacer llegar el Essiac al sector público sin lucrar con él. Luego descubrió que la Corporación trabajaba
 estrechamente con el gobierno y el Ministerio de Salud.


Ahora los pacientes con enfermedades terminales y desahuciados tenían que pasar por un laberinto de burocracia federal para conseguir el 
medicamento. Para entonces, para la mayoría de la gente, era demasiado tarde. Pero incluso cuando la gente se curaba, la información no
 llegaba al público.


Resperin llevó a cabo investigaciones con el Essiac. Una de las pruebas se realizó en el Norte de Canadá y se falsificaron los resultados. 
Por ejemplo, un hombre que estaba en la lista de muertos, unos meses después llegó a tocar a la puerta de René, para agradecerle el haber
 sido parte del programa experimental. Y estaba listado como muerto en el reporte de la investigación.


– Me está empezando a parecer asombroso que algo de la información haya llegado a sobrevivir a esta "conspiración del silencio" y a la 
destrucción de reportes.

– El único medio por el que el Essiac se ha dado a conocer es de boca en boca y por ser el Essiac lo que es. Su efectividad es lo que dará a
 conocer el Essiac. Hace muchos años, René dijo: "Si el Essiac no tiene ningún mérito, permítanme ofrecerlo; si no tiene mérito caerá por su 
propio peso". Por supuesto, ella bien sabía que si la gente recibía las hierbas correctas, el medicamento sería un éxito. Y eso es lo que ha sido
 el Essiac todos estos años en que hemos divulgado la información.


René también encontró que el Essiac era un gran preventivo. Este hallazgo fue apoyado por el Dr. Albert Schatz de la Universidad Temple, 
quien descubrió la cura para la tuberculosis.


René también descubrió que el Essiac podía normalizar la glándula tiroides. Mi esposa tomaba 12 miligramos de tiroidina desde que terminó 
la primaria. Cuando la conocí, empezó a tomar el Essiac y no ha vuelto a tomar la tiroidina desde entonces.


René también descubrió que el Essiac podía curar la úlcera estomacal en 3-4 semanas. A ella le parecía que las úlceras eran precursoras de
 cáncer.


Sir Frederick Bating, el descubridor de la insulina, quería trabajar con René. Ella tenía historiales clínicos de pacientes insulinodependientes, 
que habían dejado de necesitar la insulina gracias al Essiac, pues aparentemente interactúa con la insulina. Al aparecer, el Essiac regula al páncreas en los casos de diabetes mellitus. Los pacientes se liberaron de la insulina.


Otra cosa que he encontrado con el Essiac es que mi salud ha sido casi perfecta. Con la edad uno suele pensar: "bueno, ya no tengo cuarenta,
 son cosas que pasan". No, no tienen que pasar. Desde que tomo Essiac he tenido una salud casi perfecta, es asombroso. Duermo como un
 bebé, tengo mucha energía y ninguna enfermedad, ni siquiera gripe o catarro.


También trabajé con el Proyecto SIDA de Los Ángeles, en los distritos de San Pedro y Long Beach. Habían desahuciado a 179 pacientes, 
mandándolos a sus casas. Todos tenían neumocistis carinii e histoplasmosis y habían perdido unas cien libras (45 kg) de peso. Su cuenta 
de células T-4 era inferior a diez.


El proyecto me facilitó a 5 de estos pacientes. Les quité los tratamientos de AZT y DDI y les di Essiac tres veces al día. Son los únicos cinco
 que siguen vivos; los otros 174 murieron.


– Es increíble, pero ¿qué tipo de vida es la que tienen?
– Hacen ejercicio tres veces al día, comen tres veces al día, recuperaron su peso normal. En otras palabras, nunca notaría que han estado 
enfermos en su vida. Pero esta información tampoco se divulga porque el SIDA se plantea como otro gran negocio. El director del proyecto 
SIDA de Los Ángeles gana más de 100 mil dólares al año.


Incluso los profesionales de la medicina alternativa están ahí para controlar, no para curar. La medicina alternativa es tan mercenaria como
 la alópata. Nadie quiere una cura para el cáncer o el SIDA.


El Essiac tampoco tiene cabida en la medicina alternativa; ellos también piensan en el dinero. La gente está perpetrando mentiras a la
 humanidad sólo por dinero. Dinero y poder, así de simple. Pensándolo bien, el único motivo por el que no tenemos energía solar es porque nadie ha encontrado la manera de venderle el sol a la Exxon. Si quisieran, tendríamos energía solar; usted sabe que sí.


– Según su experiencia personal, este remedio herbal sirve para –voy a citar sus palabras y decir "curar" –cáncer, problemas de tiroides, 
diabetes, SIDA, úlceras…

– Y también la gripe común. El Essiac fortalece todo el sistema inmunológico. He tomado una onza (28 g) al día por siete años, y en siete 
años no he tenido una gripe, catarro o virus.


– ¿Y todo gracias a un simple remedio herbal de tribus nativas?
– Sí, aunque René incluyó algunas alteraciones. Le añadió la raíz de ruibarbo turco (Rheum Palinatum). El ruibarbo turco tiene más de cinco 
mil años de historia. En realidad pasó de la India a China y de allí la trajeron los ingleses.


– Esa raíz turca definitivamente no es originaria de este país, ni se le puede conseguir aquí. Las hierbas importadas son primero fumigadas
 e irradiadas. ¿Le parece buena idea usar ruibarba turca?

– Se puede sustituir con raíz de ruibarbo común. Los otros dos ingredientes son la raíz de lampazo (Arctium Lappa) y la corteza del olmo 
americano (Ulmus Fulva). Ambos se obtienen fácilmente. La acedrilla (Rumex Acetosella ) es la que destruye las células cancerosas; las
 otras tres son purificadores de la sangre.


El Essiac aumenta el nivel de enzimas, que se destruyen en los pacientes de cáncer y SIDA. Eleva el nivel enzimático y el hormonal, lo que a 
su vez eleva el sistema inmunológico, por lo que el cuerpo puede curarse solo.


– ¿Y las dosis? Algunas hierbas son tóxicas.
– Ni sus más encarnizados enemigos pueden culpar al Essiac de efectos secundarios; puede tomar Essiac con toda confianza hasta seis 
onzas (170 g) al día, según muestran todas las pruebas que se han hecho. Dos onzas (57 g) en la mañana, dos al mediodía y dos en la noche, 
lo cual es una dosis alta. René, con las hierbas correctas, usaba desde una onza (28 g) a la semana.


Pero capté las diferencias de su época a la nuestra. Su comida no tenía cancerígenos, ni el agua, ni el aire. Pero nosotros hemos envenenado 
el aire, el agua y la comida.


En todo el país, hay más de 2.100 elementos químicos orgánicos e inorgánicos identificados en el agua potable y 156 de ellos son 
cancerígenos puros. De esos, 26 son desarrolladores de tumores, así que si tienes un tumor, crecerá. Pero esta información tampoco se
 divulga. Estas cifras son el resultado de pruebas de la Agencia Protectora del Medio Ambiente, y nunca han sido distribuidas al público.


– ¿Cómo consiguió la información?
– A través de la organización Ralph Nader, de Washington D.C. Los medios masivos no han divulgado esta información: otro problema es 
que es muy poca la gente que lee libros y nuestra esperanza es que lean "El llamado de un ángel". Y además, el problema inminente es 
que la gente consiga las hierbas correctas.


– ¿Algo más que quiera añadir antes de terminar esta entrevista?
– Quisiera decir que no llevé a cabo toda esta investigación porque sienta que tenga una responsabilidad con mi prójimo. La hice porque 
tengo una responsabilidad conmigo mismo. Sé que he hecho todo lo posible por divulgar esta información y ponerla al alcance de la gente.


Yo fui la primera persona en exponer información sobre el Essiac, sobre cómo prepararla; le he dicho a todos "Mira, aquí está; aquí está la
 fórmula y su historia". La historia ya anda por ahí y miren lo que pasa, tratan de eliminarla con una campaña de desinformación. Esto incluye
 Harvard, Temple, Tufts, la Universidad Northwestern, Chicago; todas estas instituciones han hecho pruebas con el Essiac, con los ingredientes
 correctos y han llegado a la misma conclusión que René Caisse. Pero han sepultado la información.

– Gary, ha sido muy interesante hablar con usted.
– Ha sido un placer. Pero al publicar esta entrevista va usted a abrir una caja de Pandora.
– Creo que es usted quien lo ha hecho. ¿Puede decirle a la gente cómo conseguir su libro y más información sobre el Essiac?
– Sólo tienen que llamarme a California, al teléfono 310-271-9931. El libro cuesta 35 dólares; la fórmula es gratis.

El Dr. Gary L. Glum, hasta hace dos años, era un quiropráctico con consultorio en Los Ángeles, California. Entre sus pacientes estaban
 afamados equipos de atletas profesionales y equipos olímpicos.


En 1988, el Dr. Glum publicó el libro "El llamado de un ángel", la historia de René Caisse y el Essiac. Hace dos años abandonó la práctica
 y ahora dedica todo su tiempo a escribir sobre sus investigaciones.


En julio de 1991, el Canadian Journal of Herbalism publicó un artículo "Antiguas medicinas de Ontario", acerca del Essiac. Este artículo da
 información especifica de los ingredientes del Essiac e incluye una descripción de las hierbas. La acedrilla, por ejemplo, es un antiguo 
remedio para tumores. El artículo también advierte del alto contenido de ácido oxálico en dos de las hierbas, lo que hace al medicamento
 inadecuado para personas con trastornos renales o artríticos.


El artículo concluye: "El Essiac no es un engaño o un fraude. Escuchar de viva voz de los pacientes sus experiencias convence a cualquier 
observador de los cambios dramáticamente benéficos que ocurrieron en muchos de aquellos que tomaron el medicamento, aunque no en todos.
 Aunque el enfoque del Essiac está en ser un tratamiento para el cáncer, mejoró y en muchos casos curó muchas otras enfermedades 
degenerativas, porque limpia la sangre y el hígado y fortalece el sistema inmunológico".

Para mayor información o para obtener una copia de la edición de julio, 1991, Vol. XII, No. III de la Revista Canadiense de Herborismo, 
escriba a:


Asociación Herborista de Ontario
M.J. Pimentel MH
7 Alpine Ave.
Toronto, Ontario, Canadá
M6P 3R6.

Nota de AFR:
Hemos conservado las medidas originales y puesto entre paréntesis, redondeada, su correspondiente conversión al sistema métrico decimal.


 

Extraído del portal mexicano http://www.to2.com

 

Entrevista a María Calvo

Desde 1996, María Calvo regenta la tienda de dietética Gram en Barcelona, en la cual vende productos dietéticos, vitamínicos,etc.

P: Cual es el perfil que predomina en tu clientela?
R: Suelen ser personas concienciadas en la vida sana, inquietas y que buscan siempre mejararse a sí mismas. Suelen ser de edades comprendidas entre los 25 en adelante.

P: Los clientes cuando acuden a tu tienda, saben perdectamente lo que quieren o piden consejo?
R: La mayoría de ellos ya saben lo que quieren comprar, a excepción de algunos casos en los cuales desean conocer de algún producto que sea adecuado para determinada dolencia o enfermedad.

P: Suelen pedir productos recomendados por su médico naturópata?
R: Algunos sí, pero muchos de ellos ya han adquirido el producto a través del mismo naturópata, la cual cosa considero es una ingerencia en nuestro ramo.

P: ¿Qué productos son los más vendidos en tu herbolario?
R: La lecitina de soja, el hipérico, la onagra, el harpagofito y otros complementos contra el dolor, infusiones para los nervios y alimentación de origen biológico. Tambien se vende mucho el Sirope de Savia sobre todo en las estación de primevera.

P: Existen productos considerados panacea?
R: Lo que ocurre es que algunos productos a algunas personas les funcionan muy bien y a otras el mismo producto no tan bien. Creo que cada persona tiene su tratamiento personal y debe de determinar con el especialista su mejor tratamiento.

P: La gente se queja mucho de que los productos naturales son muy caros. ¿Qué papel juega el herbolario?
R: Si. es cierto, son muy caros. Eso es debido a que en España hemos empezado muy tarde y la mayoría de los productos vienen de fuera de España. A nosotros los productos nos llegan con unos determinados precios y con el precio de gnta al público ya estipulado en la mayoría de ellos.

P: ¿Es cierto que muchos de los productos que se venden en los herbolarios y tiendas de dietética también se venden en farmacias?
R: Si, a pesar nuestro. Pero el camino fue abierto por los herbolarios y cuando las farmacias vieron su gran éxito y la demanda que generaban estros productos entonces los ha ido integrando en sus farmacias, queriendo incluso tener la exclusiva en algunos de ellos como son determinadas plantas medicinales.

P: ¿Existen mucha competencia de este tipo de tiendas de dietética en Barcelona?
R: Si, sobre todo desde hace 5 ó 6 años cuando estalló el boom de los herbolarios. Parecía que todo el mundo podía ponerse un herbolario. A pesar de todo algunos de ellos tuvieron que cerrar.

P: ¿Qué tipo de distribuidores os llegan?
R: Son muchos los distribuidores, demasiados y hace falta una unificación ya que existe una competencia desleal.

P: ¿Es muy rigurosa Sanidad con los productos?
R: En dietética sí, sobre todo en lo que concierne a la calidad y las fechas de caducidad.
 

Joan Sisa

Todos los derechos reservados - Ecoaldea.com  - Desde 1996 en Internet