L A   M E D I C I N A   N A T U R A L   A L   A L C A N C E   D E   T O D O S


 

      Qué mide un análisis de sangre.

 

Seguramente usted ha tenido que hacer un análisis de sangre alguna o más de una veces en su vida, pero ¿qué miden realmente? Aunque los resultados incluyan los límites normales de cada parámetro analizado, ¿qué significa rebasarlos por arriba o por abajo? Una ligera desviación, ¿carece de importancia o es una enfermedad que debe ser tratada de inmediato? Estos interrogantes son los que vamos a intentar aclarar en el siguiente artículo.

En realidad en un análisis de sangre no existen unos valores normales para todas las personas, esto varía según la edad, el sexo, las enfermedades padecidas, y además se modifican según la época del año, la hora del día, el ciclo menstrual o el ritmo de vida.

La sangre es un tejido que posee diferentes células suspendidas en un líquido llamado plasma. Todas las células sanguíneas se originan en la médula ósea; en la parte interna de éstos huesos. Ésta contiene células madres indiferenciadas, que por distintos estímulos darán todas las series celulares sanguíneas: glóbulos rojos, los distintos tipos de glóbulos blancos y las plaquetas.  Éstas células sanguíneas tienen una vida limitada, por lo que la médula ósea tiene que ir reponiéndolas a medida que mueren.

Algunos tóxicos o un exceso de radiación, por accidente nuclear, por ejemplo, producirá un daño irreparable en la médula ósea, que dejará de renovar las células sanguíneas produciéndose una insuficiencia medular, que conducirá al individuo a la muerte, a veces, incluso tomando medidas drásticas como el trasplante de médula ósea y todas sus dificultades.

Glóbulos rojos: también llamados hematíes o eritrocitos son los encargados de conducir el oxígeno desde los pulmones por todo el organismo y de recoger, a su vez, el dióxido de carbono para reconducirlo a los pulmones y desde allí sea expulsado al exterior.

En la médula ósea los hematíes son unas células como otras, con su núcleo y organelas celulares, pero es en un proceso de maduración cuando pierden esos atributos y sintetizan hemoglobina en grandes cantidades. La hemoglobina es una proteína que contiene hierro, el cual le da su característico color. Éste actúa como un verdadero “taxi” que por diferencia de cargas (+, -) deja oxígeno y recoge dióxido de carbono de las células. En los pulmones ésta tarea se realiza por diferencia de presión.

El número medio de glóbulos rojos es del orden de unos 4,5 millones/ml en la  mujer y unos 5 millones/ml en el hombre, tienen una expectativa de vida de unos 120 días y aumenta en caso de falta de oxígeno; personas con insuficiencia respiratoria, que viven a gran altura, personas con alguna enfermedad en la médula ósea, o con un gran área de su cuerpo quemada. Su menor número es significativo de anemia. Disminuyen también después de una hemorragia importante.

Glóbulos blancos: también llamados leucocitos. Tienen como función principal la de defender el organismo. Suelen clasificarse en tres grupos, según su tamaño, aspecto del núcleo, origen y función: Leucocitos polimorfonucleados: neutrófilos, basófilos y eosinófilos. Leucocitos mononucleares: linfocitos: linfocito B, linfocito T. monocitos.

Leucocitos polimorfonucleados: los neutrófilos son los más frecuentes en la sangre, del 70 al 75% de leucocitos pertenecen a este tipo. Su principal función es fagocitar y destruir a los organismos invasores (bacterias, por ejemplo) pero no pueden mantener esa función por mucho tiempo ni de forma continua, por lo que degeneran después de una ráfaga de esa actividad. Estos neutrófilos muertos son el principal componente del pus. Aumentan en todas las infecciones, excepto en las víricas, en las que disminuyen.

Los basófilos son los menos frecuentes, un 1% o menos del total de leucocitos.  Su citoplasma contiene numerosos gránulos que contienen productos tales como la histamina o la heparina. Son las células con menor capacidad fagocitaria de este grupo. Su número puede aumentar en el curso de una radioterapia, por ejemplo, o en enfermedades poco frecuentes.

Los eosinófilos atraídos a un foco inflamatorio, inactivan las sustancias vasoactivas (como la histamina) liberadas por otras células, es decir, ayudan a reducir la inflamación. Representan aproximadamente del 2 al 4% de los leucocitos. Aumentan en el curso de enfermedades alérgicas y en determinadas infestaciones parasitarias. Su disminución es frecuente en enfermedades víricas y ciertos trastornos hormonales.

Dentro de los glóbulos blancos o leucocitos del tipo mononuclear tenemos dos tipos, los linfocitos: linfocitos B y linfocitos T y los monocitos.

Los linfocitos se originan a través de células fetales, se desarrollan en la médula ósea, son madurados por los órganos linfáticos primarios, su tamaño es de entre 6 y 9 micras y constituyen entre el 20% y el 30% de los leucocitos. Tienen un núcleo que ocupa casi todo el citoplasma celular. Los linfocitos tipo B y T carecen de función fagocitaria y son elementos básicos en la respuesta inmunitaria.

Los linfocitos B circulan de forma inmadura y sintetizan anticuerpos que  incluyen en sus propias membranas citoplasmáticas. Se reproducen por mitosis. En cada desdoblamiento se constituyen en células que exhiben en sus membranas superficiales anticuerpos idénticos. Cuando un linfocito B detecta a otro linfocito B se activa, viajando desde el bazo o ganglio linfático y creando dos tipos de células: células plasmáticas y células de memoria. Las células plasmáticas sintetizan y secretan ingentes cantidades de anticuerpos. Las células de memoria no secretan anticuerpos, pero si se vuelve a producir una exposición a ese invasor se convierten en células plasmáticas productoras de anticuerpos.

Los linfocitos T son de pequeño tamaño y viven durante años. Son inhibidoras o estimulantes de los linfocitos B, y además ayudan a éstas secretando compuestos químicos inmunológicos esenciales que ayudan a destruir proteínas extrañas. El virus del sida ataca a este tipo de linfocitos, de manera que se inactiva la respuesta inmunológica.   

Por último, los monocitos son leucocitos mononucleares de gran tamaño. Su núcleo tiene forma oval y arriñonado, su tamaño es de entre 12 y 25 micras y constituye entre el  2% y el 6% de leucocitos.

Son células muy móviles, emigran a los tejidos desarrollando su función macrófaga o fagocitaria. Son capaces de realizar ésta función durante mucho más tiempo que los neutrófilos. Tienen probablemente funciones en relación con la formación de anticuerpos.

Las plaquetas o trombocitos son pequeñas células sin núcleo que se forman en la médula ósea por desprendimiento del citoplasma de células mayores llamadas megacariocitos. Tienen un importante papel en la coagulación de la sangre . Su disminución puede producir hemorragias. Se encuentran en la sangre entre 150.000 y 400.000 ml.

El plasma es un líquido transparente de color amarillaceo constituido por diversos elementos disueltos en ella, corresponde a la parte líquida de la sangre. Contiene entre otras sustancias, azúcar iones como el sodio, el potasio o el cloro, minerales como el calcio y el hierro, grasas y diversas sustancias proteicas. No contiene células. Es el encargado de dirigir las diferentes moléculas orgánicas e inorgánicas por nuestro organismo, además de hacer posible que otras sustancias que viajan en él hagan el intercambio con las células de nuestro organismo.

DATOS GENERALES:

La Velocidad de sedimentación globular (VSG) se mide introduciendo sangre en un tubo. Todas las células sanguíneas como si echáramos arena en un cubo con aceite, se van depositando al fondo, lo que queda en la superficie, un líquido amarillento es el suero. Esta medición se hace al cabo de una hora o de quince minutos, según la técnica, y se mide la columna de suero que queda por encima de las células. El valor normal es de 15-20mm durante la primera hora. Éste valor aumenta en infecciones como la erisipela, la tuberculosis o la perinefritis. Es fisiológicamente alta durante el embarazo, en el lactante, tras un baño excesivamente caliente, en caso de lesiones traumáticas, cáncer y en el infarto agudo de miocardio.  Algunas enfermedades enlentecen este valor porque dificultan la sedimentación de las células debido a la concentración de proteínas plasmáticas (mieloma múltiple). La normalización de éste valor asegura la evolución favorable de una enfermedad aunque en algunos casos su lectura puede variar en cuestión de horas sin embargo no averigua la causa de la enfermedad.

Hematocrito es la proporción que ocupan los glóbulos rojos respecto al volumen sanguíneo total. Su valor medio oscila entre el 42 y el 47% de glóbulos rojos en la sangre. Disminuye en las anemias microcíticas y en estados de hemodilución.

Hemoglobina es la proteína que contienen los glóbulos rojos en su interior. Sus límites oscilan entre 13,5-18 en el varón y 11,5-16,5 en la mujer. Su concentración normal es de 15g por 100ml de sangre. Disminuyen en caso de anemia.

Hemoglobina corpuscular media (HCM) mide la concentración de la hemoglobina dentro de cada glóbulo rojo. Los valores entre 27-34 picogramos es normal. Cuando este volumen es menor el glóbulo rojo tiene un color más pálido, por ejemplo en las anemias ferropénicas. Cuando este volumen es superior se pueden padecer anemias megaloblásticas.

Volumen corpuscular medio (VCM) determina el volumen de un glóbulo rojo. Su valor se halla dividiendo el hematocrito por el número de glóbulos rojos. Su resultado se expresa en micras cúbicas (femtolitros) y oscila entre 82 y 92. Por encima de estos valores se puede padecer anemias macricíticas y por debajo anemias microcíticas tales como la ferropénica.

Sideremia mide la concentración sanguínea del hierro, que oscila entre 80-130mg y 60-120mg por cada 100ml en el hombre y en la mujer respectivamente. Éste valor está influenciado por la edad, el sexo, la hora, la alimentación, etc. Aumenta en enfermedades como la hemocromatosis o la anemia aplásica y disminuye en la anemia ferropénica, infecciones aguda y el síndrome nefrótico.

Ferritina es la proteina encanrgada de almacenar el hierro proveniente de nuestra dieta. Su concentración normal oscila entre 15 y 250mg/l . En la anemia por falta de hierro es el primer dato que disminuye, sin embargo, aumenta en las anemias provocadas por enfermedades crónicas en un intento de la ferritina por captar más hierro.

Transferina es la proteína que circula por la sangre transportando el hierro, especialmente a la médula ósea, o recogiéndolo de aquellos órganos donde se destruyen glóbulos rojos, el bazo, por ejemplo. Su concentración normal es de 250-360mg por cada 100ml con un coeficiente de saturación (CST) del 30%.

Glucosa es el combustible, junto con los lípidos, que proporciona energía a las células. Su medición se realiza siempre en ayunas. Se padece hiperglucemia durante enfermedades tales como la diabetes, el gigantismo el síndrome de Cushing o el hipertiroidismo y en intoxicaciones por cafeína, morfina o quinina. La hipoglucemia se da durante trastornos de la alimentación, tras el ejercicio desmesurado en hiperinsulinismos y en las borracheras agudas.

Acido fólico y vitamina B12 son dos sustancias necesarias para la síntesis correcta del ADN de las células. El déficit de ácido fólico es raro, pues se halla en la mayoría de las frutas, verduras, en la leche, etc, sin embargo su nivel disminuye en mujeres embarazadas, niños en edad de crecimiento y personas desnutridas. Las necesidades diarias son de 50mg/día. La vitamina B12 normalmente se encuentra almacenada en el organismo, tenemos 4mg almacenados, que nos abastecen durante seis años. Puede aparecer su falta en vegetarianos muy estrictos, que no tomen leche ni huevos, en enfermedades del tracto digestivo como la colitis ulcerosa o en la parasitosis por botriocéfalo, frecuente en escandinavos que comen pescado semicrudo.

Urea es el amoníaco sanguíneo, es una sustancia tóxica que ha de ser eliminada del organismo y procede del catabolismo de las proteínas. Se da en enfermedades congénitas e impide el desarrollo del ciclo de la urea, estas personas no tolerarán la ingesta de proteínas y el desarrollo de su sistema nervioso se verá retrasado. Aumenta en situaciones de insuficiencia renal, insuficiencia cardiaca congestiva y la deshidratación.

Ácido úrico proviene de la degradación de las purinas de los alimentos. Cuando disminuye el pH ligeramente, el ácido úrico puede precipitar y cristalizar en forma de cálculos renales o lesionando los riñones. Se puede producir la conocida enfermedad de la gota, al formarse depósitos de ácido úrico en los tejidos cartilaginosos. La producción de ácido úrico se ve estimulada por el consumo de alcohol y la alimentación excesiva. En los países musulmanes la enfermedad de la gota casi no existe pues consumen poco alcohol y no comen cerdo. En Europa en siglos pasados la gota se hace infrecuente en períodos de guerra y hambre.

Creatinina es el producto de la degradación final de la fosfocreatina, proteína-almacén de energía de la célula muscular. La cantidad de creatinina en un individuo varía según su masa muscular. Una vez en la sangre, se elimina por vía renal. Por ello, conociendo su concentración sanguínea se puede valorar el buen funcionamiento de los riñones. Su concentración normal sanguínea varia entre 0,8 y 1,2 mg por cada 100 ml.

Lípidos totales (grasas) su concentración aumenta tras las comidas, durante el embarazo , la lactancia o el hipotiroidismo. Esta prueba se debe hacer en ayunas.

Colesterol alcohol esteroideo cristalino liposoluble presente en aceites y grasas animales, en la yema del huevo, que está ampliamente distribuido por todo el organismo, especialmente la bilis, sangre, tejido cerebral, hígado, riñones, glándulas suprarrenales y vainas de mielina de las fibras nerviosas.        También lo sintetiza el propio organismo a través del hígado. Va ligado a las diferentes lipoproteínas. Así tenemos que el colesterol-HDL es un buen protector frente a la arteriosclerosis. El colesterol-LDL, sin embargo, causa arteriosclerosis, al igual que ocurre, en menor proporción con el colesterol-VLDL.

Un aumento de colesterol se produce si se abusa de las grasas, el tabaco o el alcohol, si se consumen anticonceptivos orales o se hace poco deporte. También aumenta en enfermedades como la ictericia obstructiva, la diabetes y la colelitiasis.

Una baja concentración de colesterol produce enfermedades como el hipertiroidismo, infecciones agudas e insuficiencia hepática.

Triglicéridos compuesto formado por un ácido graso (oleico, palmítico o esteárico) y glicerol. Se sintetizan a partir de la mayoría de las grasas animales y vegetales. Son lípidos plasmáticos porque circulan por la sangre. Unidos a las proteínas forman las lipoproteínas de alta y baja densidad. Su valor medio oscila entre 40-150 mg por cada 100 ml. Aumenta en las hiperlipidemias familiares, la obesidad, la diabetes, el alcoholismo y la pancreatitis.

Ácidos grasos libres generados por la hidrólisis de los triglicéridos en los tejidos adiposos.  Su destino es ser utilizados como combustible o en la resíntesis de triglicéridos. Aumentan durante el ayuno, el hipertiroidismo y la cirrosis hepática.

Proteínas totales su concentración es de 6-8 mg por cada 100 ml. Es importante investigar en las diferentes proteínas. La albúmina: su aumento es muy raro, sin embargo, su defecto es común cuando se producen hemorragias, quemaduras, enfermedades hepáticas, desnutrición y el síndrome de malabsorción intestinal. Las gammaglobulinas (inmunoglobulinas o anticuerpos) tienen la capacidad de unirse a los microorganismos que hayan llegado a la sangre para neutralizarlos. Son de cinco tipos: IgG, IgM,IgA,IgE,IgD. Su concentración total es de  15 mg por 100 ml. Disminuye en las agammaglobulinemias por defecto de síntesis, por pérdidas exageradas como en el síndrome nefrótico, en las infecciones repetidas o en reposos prolongados. Puede darse un aumento en las inflamaciones crónicas, como en la hepatitis crónica, la brucelosis, la endocarditis y en la cirrosis hepática.

Bilirrubina procede de la degradación de los glóbulos rojos. En la sangre se encuentra conjugada con ácido glucurónico o bien, no conjugada. En un individuo sano su concentración es de 1 mg por 100 ml. La mayor parte se excreta por las heces.

Su concentración se eleva en el recién nacido, en la ictericia obstructiva, anemias hemolíticas y el paludismo. Disminuye en las anemias ferropénica y aplásica.

Sodio disminuye tras una sudoración exagerada,, insuficiencia cardiaca descompensada con edemas y diarrea profusa. Aumenta durante la fiebre alta, estados de shock y deshidrataciones. Su valor medio oscila entre 145mEq/l.

Potasio se mide su concentración en la sangre y también se descubre por el cambio de trazado del electrocardiograma. El nivel de potasio sube cuando se padece insuficiencia renal aguda, insuficiencia suprarrenal e intoxicación por digital. Baja tras vómitos repetidos, diarreas, abuso de laxantes y en algunas enfermedades de origen renal.

Calcio se mide su concentración en sangre, pero su disminución también se determina por el alargamiento del electrocardiograma (segmento QT). Su nivel aumenta en el hiperparatiroidismo primario, en el mieloma múltiple y en la enfermedad de Cushing. Disminuye levemente durante el embarazo y exageradamente cuando se padece raquitismo y osteomalacia.

Transaminasas(TA) la transaminasa GOT y GPT son dos encimas intracelulares que tienen una función catalítica y salen al suero si la célula muere. La transaminasa GOT se encuentra especialmente en el corazón, hígado y tejidos muscular. Se encuentra en cantidades elevadas en el suero en casos de infartos de miocardio, de hepatopatía aguda, en el empleo de determinados fármacos y en general cualquier trastorno que dañe las células. La transaminasa GPT se encuentra en el hígado. Cantidades en el suero fuera de lo normal indican lesión de hígado.

Las transaminasas aumentan de forma paralela, excepto durante la hepatitis alcohólica, en la que aumentan más las GOT.

Fosfatasa alcalina este encima procede de los huesos, el hígado y en parte del intestino y de la placenta. Está situado en la membrana de las células e hidroliza ésteres de fosfato. Experimenta un importante aumento fisiológico durante los períodos de crecimiento y reparación ósea. Se eleva de forma moderada cuando se padece hepatitis, cirrosis hepática y metástasis de cáncer de hígado. Se eleva de forma considerable durante el padecimiento de la colestasis intra y extrahepática.

Gamma GT  y las fosfatasas alcalinas son encimas. Se elevan en la colestasis. Ambas encimas aumentan de forma paralela y es el indicador más sensible para determinar enfermedades de vías biliares, pancreáticas, renales y pulmonares.

Si se eleva mucho la concentración de fosfatasas alcalinas, pero la gamma GT es normal, se trata de una enfermedad de origen óseo.

La concentración de gamma GT aumenta por el consumo de alcohol, siendo un sensible detector de su consumo, o durante la hepatitis alcohólica.

Cristina Cortés para www.ecoaldea.com


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