L A   M E D I C I N A   N A T U R A L   A L   A L C A N C E   D E   T O D O S


      L O S   D I E N T E S

    Pensemos que nuestra vida, o mejor dicho, el que nosotros vivamos reside esencialmente en nuestra boca, es por donde normalmente nos nutrimos, tomamos el alimento  ya sea sólido, líquido y en la mayoría de ocasiones también respiramos, siendo tan importante como es. ¿ Porqué no la cuidamos ?.

    A nadie se le ocurriría ir al dentista por un dolor de estómago ni por un dolor de riñones. Hay que vigilar el estado de nuestros dientes puesto que tienen unos efectos sobre el organismo que son sorprendentes.

    Para la medicina oficial, los dientes no tienen otra misión que la de masticar, triturar los alimentos convirtiéndolos en trozos pequeños para poderlos deglutir.

    Desde el punto de vista estetico, hay toda una serie de factores que inciden, desde tenerlos blancos, regulares, y, poderlos exibir en una amplia sonrisa, etc. Pero cuando realmente nos duelen, o empezamos a notar dolor cuando ingerimos bebidas demasiado frías o demasiado calientes, o nos duelen al masticar algún alimento, de pronto, nuestro objetivo principal es aliviar el dolor y pensamos en el dentista, es lógico, debido a la educación que hemos recibido durante muchos años y a la evolución de la medicina de “disección”.

    Nos duele o tenemos molestias en el estómago y nos dirigimos, o nos dirigen al estomatólogo, nos salen unas manchas en la piel y nos vamos al dermatólogo, tenemos un peso en el pecho y acudimos al cardiólogo, así toda una gama de muy buenos profesionales especialistas dentro de su especialidad (valga la redundancia).

    Pero las reacciones de TODO nuestro organismo se manifiestan de diferente modo y no siempre en el lugar donde existe o puede existir un problema, muchas veces nos encontramos con patologías del aparato digestivo que su orígen reside en la boca, pero lo que realmente nos molesta es el estómago, el vientre hinchado o un estreñimiento crónico, debido a que en la mayoría de ocasiones no masticamos ni “trituramos” correctamente los alimentos, ni tampoco ensalivamos lo suficiente, tenemos de ser conscientes que, la digestión de los alimentos empieza en la boca. Esto puede ocurrir por múltiples factores, tenemos los dientes en mal estado, nos faltan algunas muelas, tenemos alguna carie que hace que mastiquemos más por un lado de la boca que por el otro, etc., en definitiva tenemos que “escuchar” a nuestro organismo.

    Afortunadamente, cada dia existen más profesionales de la salud que empiezan a ser sensibles a estas manifestaciones del organismo y al resurgimiento de los tratamientos NEUROFOCALES, todos hemos oido hablar de focos de infección dental, de un flemón, que viene a ser lo mismo, pero no hemos tomado la suficiente conciencia que este flemón puede ser causa de un problema óseo, cardíaco, respiratorio, del aparato urogenital y un sinfín de patologías que no se nos ocurriría vincular a este flemón, pero que realmente existen.

    También es necesario tener presente los empastes que tenemos, las llamadas amalgamas dentales, nuestra reacción por lo general suele ser... Tenía una carie, me han “matado” el nervio, me han puesto un empaste, y estoy magnificamente bien, ¡ Ya no me duele !.

    Hay que tener en cuenta que la mayoría de amalgamas o empastes estan constituidos por metales como el cobre, cinc, plata, estaño, paladio, mercurio, etc., necesarios y que sirven para taponar la cavidad producida por la carie, más la cavidad producida por el odontólogo para “matar” el nervio. Estos metales generan un campo magnético y una corriente eléctrica, que a través de la humedad propia de la cavidad bucal provoca una electrólisis que sín darnos cuenta ingerimos al ensalivar o al tragar saliva inconscientemente, esto hace que nos vayamos intoxicando poco a poco el  interior de nuestro organismo, en especial por el mercurio, que al cabo de muchos años puede ocasionarnos transtornos nerviosos importantes y de diferente índole.

    Con frecuencia nos encontramos con personas que tienen una precaria dentición y unos transtornos orgánicos crónicos, su organismo está débil, sín defensas, sufren en la mayoría de los casos de insomnio, y cualquier enfermedad leve les causa serios problemas, en todos estos casos sería conveniente realizar una buena higiene bucal, esto les conduciría de inmediato a la mejoría de muchas de sus patologías y enfermedades crónicas.

    Para comprender la electrólisis que produce la mezcla de metales que se usan en los empastes o amalgamas dentales, que en raras ocasiones se manifiesta en la zona que están, sinó que siempre se manifiestan en zonas alejadas de la cavidad donde se hallan, ha sido de mucha ayuda la Homeopatía, así como otras terápias naturales o llamadas alternativas, otra que por excelencia está ayudando a comprender estos efectos es la Terápia Neural y por excelencia la Terápia Neurofocal, casi las dos son hijas de un mismo padre.

    Podríamos hablar también del efecto que tiene sobre nuestro organismo el colocar puentes de cerámica en los dientes o los correctores bucales, los llamados “hierros” para rectificar el crecimiento o la desviación de alguna pieza dental, quizá sería mejor buscar la desviación en algún órgano de nuestro cuerpo, aqui ocurre lo mismo que cuando buscamos la causa de muchas de nuestras dolencias en el exterior, cuando realmente las enfermedades o dolencias están en nuestro interior.

    La medicina integral, llamémosle alternativa, natural, holística, etc., en definitiva es MEDICINA, es cada vez más consciente de que nuestra salud depende de un TODO, tiene tendencia a atraer más pacientes que han descubierto en esta forma de terápias una mejoría global de todo su organismo, lo que ha sido muy positivo para que las personas, cada vez más, empiecen a adoptar la medicina preventiva y a entender que es mejor considerar el organismo en su globalidad que no su organismo por partes, este cambio de actitud de por sí ya favorece la comprensión de cualquier dolencia, por grave que ésta sea.

    Conscientes de todo ello, las personas preocupadas por su bien estar de salud, adoptan el cuidado de sus dientes, procurando evitar caries e inflamaciones en su boca, también procurando mantener una higiene global de toda ella, evitando el consumo de alimentos con endulzantes artificiales, azúcares refinados, etc., así evitan un mal estado de su dentición en primer lugar y otros desordenes de tipo digestivo en segundo lugar.

    También hay que decir, que existen personas las cuales no hacen abusos de alimentos endulzados artificialmente ni consumen azúcares refinados y en cambio tienen caries y problemas bucales, éstas personas generalmente ya presentan una constitución débil de su organismo. Aquí es donde puede incidir una medicina preventiva por excelencia, en la que se tratará de fortalecer esta constitución, mediante una alimentación correcta, equilibrada y lo más natural posible, evitando productos refinados, colorantes, conservantes, antioxidantes, etc., buscando siempre nutrientes de alto valor nutritivo y biológico.

    Carlos  Pla  Descarrega

    TERAPEUTA NATURISTA 

    e-mail:plaxat@eresmas.com

    TEMA  CARIES   DENTAL

    Todos sabemos que la dentadura es una colección de menudos órganos encargados de efectuar la masticación, que asociada con la insalivación son actos indispensables para una completa digestión bucal (NO OLVIDEMOS QUE LA DIGESTIÓN EMPIEZA EN LA BOCA).

    Una de las enfermedades más frecuentes de la dentadura es la caries o lenta corrosión de las piezas dentarias y principalmente de las muelas.

    No sólo es deplorable la caries porque si no se la remedia provoca la pérdida de la pieza, sino que por el carácter infeccioso que siempre tiene la caries, arriesga a provocar la formación de flemones o menudos abscesos que se transmutan fácilmente en focos sépticos que causan la infección incluso de órganos distantes.

    Como quiera que la pulpa o parte central de una pieza dentaria es de constitución análoga a la de la médula ósea y está provista de vasos linfáticos y sanguíneos que la riegan y nutren, y de nervios que le dan sensibilidad, está expuesta a diversos transtornos funcionales y al ataque de gérmenes morbosos cuando se debilitan sus energías fisiológicas.

    La falta de higiene, el descuido de la limpieza de la dentadura y la suciedad que deja en ella el régimen carnívoro dan por resultado la acumulación de desechos en forma de sarro, que actúa como una especie de caldo de cultivo de los gérmenes determinantes de la caries, a la que ayuda la acidez del sarro que ataca al esmalte.

    Además, el sarro ayuda a provocar la inflamación de las encías (gingivitis) o por lo menos de la parte de encía correspondiente a la pieza afectada, de lo que deriva el descalzamiento del diente o de la muela.

    La odontalgia o dolor de muelas, que es uno de los más crueles que sufre el organismo, trae consigo la inflamación del carrillo correspondiente.

    Desde el punto de vista de la Medicina Natural, el tratamiento de las enfermedades de la dentadura ha de ser profiláctico y consiste en no emplearla en usos contranaturales, como usarla para cortar cordeles como si fuese unas tijeras o de cascanueces o de cuchillo, y en cambio cuidarse de modo que no queden entre los dientes residuos de comida que se pudran e infecten la pieza. La nutrición propia del régimen vegetariano no deja tantos residuos tóxicos, como el régimen carnívoro. Sin embargo, el abuso de confitería y pastelería es también causa de afecciones dentarias.

    Las caries, es afección muy frecuente que hay pocas personas que no la haya sufrido, según atestiguan los odontólogos cuyos gabinetes o consultorios se ven diariamente concurridos por gran número de pacientes

    Para el mayor conocimiento de esta dolencia diremos que consiste en la corrosión de la sustancia dentaria por la acción de gérmenes patógenos que forman la suciedad, y también a causa del ácido láctico formado por putrefacción de los restos de alimentos retenidos entre las piezas dentarias.

    La materia corrosiva, ataca el esmalte y deja paso libre a los gérmenes patógenos que ordinariamente se encuentran en gran número en la boca y llegan hasta la pulpa del diente para corroer el cuerpo de la pieza dentaria sea diente o muela, en el que abren orificios a manera de cavernas.

    Lo peor, es que muchas veces, por desidia de la persona, los gérmenes morbosos alcanzan a los huesos maxilares cuyo periostio se inflama ocasionando una periodontitis alvéolodentaria, con la particularidad, de que la inflamación puede aparecer después de obturar o empastar la muela cariada si se hace la en malas condiciones.

    Está muy divulgado el error de que la caries dentaria es cosa que sólo incumbe al odontólogo, es enfermedad que muchas veces repercute, refleja, o es síntoma de algún transtorno que, sin advertirlo el individuo, está ocurriendo en tal o cual órgano distante o cercano a la dentadura. Sabemos de algunos casos en que el mal estado de la boca era el causante de grave lesión cardíaca; también muchos casos de alopecia se ha comprobado que eran consecuencia de mal estado dentario, del mismo modo que algunos accesos reumáticos han sido causados por defectos dentales. De momento  todos estos casos no se atribuían a la afección dental por parecer imposible, pero después se ha comprobado y se da por cierto que tuvieron, han tenido y tienen nefasta influencia en diversos órganos del cuerpo.

    Es esta una enfermedad conocida por sus efectos aunque no por sus causas, desde los tiempos en que en el antiguo Egipto que era una nación influyente y poderosa en los anales de la historia, y posteriormente trataron de ella Hipócrates, Galeno y Celso.

    Hoy se sabe que la caries dentaria es una enfermedad microbiana, causada por fermentaciones de materias orgánicas retenidas en los intersticios de la cavidad bucal, o sea que el agente de esta enfermedad es un microbio; pero es indispensable que este germen morboso encuentre terreno  apropiado para mostrar su virulencia, y así se ha observado que según la raza y el clima y la alimentación es más o menos frecuente la caries dentaria, que raras veces se encuentra en los individuos de raza negra y parece también que los animales con arcos dentarios análogos a los del hombre no sufren de dolor de muelas ni caries. La edad influye también en la aparición de caries, que es más frecuente en la segunda infancia hasta la pubertad, mientras que disminuye la frecuencia, hasta los cincuenta años, y recrudece algunos años para decrecer en la vejez, quizás porque ya casi está desdentada la persona.

    Favorece la aparición de caries dentaria todo cuanto por desequilibrio nutricional debilita el organismo, así se explica que sea más frecuente la caries de los dientes en la pubertad y en la juventud, que es cuando el apetito no tiene freno y se abusa de los dulces y comidas propensas a producir fermentaciones. Las enfermedades infecciosas también favorecen la caries dentaria y las avitaminosis o enfermedades por carencia, debido a que la persona no ingiere alimentos vegetales crudos. Se ha observado que los montañeros escoceses, en cuyo régimen alimenticio abundan las vitaminas, por tener más sal, apenas conocen la caries dentaria, mientras que es enfermedad frecuente en los escoceses del llano, cuyo régimen no es tan rico en vitaminas.

    La desnutrición del organismo y sobre todo la escasez o carencia de vitamina D menoscaba la resistencia del esmalte de los dientes y da fácil entrada al agente instrumental de la caries, que afecta mayormente a los dientes del arco superior y se localiza preferentemente en las anfractuosidades o intersticios dentarios. En estado normal la saliva, neutraliza las fermentaciones ácidas; pero cuando una causa morbosa cualquiera menoscaba o acidifica la secreción salival, puede sobrevenir la caries más fácilmente. De esta suerte actúan también los fármacos ácidos, los alimentos azucarados, y las comidas farináceas y blandas, cuya fermentación produce ácidos láctico, butírico y acético. Los agentes morbosos descalcifican el marfil de los dientes con las secreciones ácidas, de modo que la caries evoluciona del exterior al interior, comenzando por el esmalte y al cabo de algún tiempo sigue la caries del marfil, prosiguiendo entonces rápidamente hasta ocasionar cavidades u hoyos semejantes a los de una carcoma que molestan enormemente a la persona, que tiene que acudir al odontólogo cuando el mal ha llegado ya a su mayor gravedad.

    Como hemos dicho anteriormente, el tratamiento más eficaz es el profiláctico, esto es, que evite las caries, para lo cual no hay mejor recurso que la limpieza diaria de los dientes después de cada comida. Son muy eficaces los enjuagues de manzanilla (camamilla), espliego, flores de violeta y plántago, haciéndolos una vez por la noche y antes de acostarse. Y sobre todo adoptando un régimen alimenticio vegetariano a fin de que no falten los zumos de frutas ricos en vitaminas y mayormente los de naranja y limón que son eficaces  preventivos de la caries dentaria.

    CUIDANDO SU BOCA SALVARÁ SUS DIENTES Dr. V.L. Ferrándiz. Ediciones CEDEL, Viladrau (Gerona) 1.979

    En la formación de la caries, como hemos visto en el escrito anterior del Dr. V.L.Ferrándiz, es muy importante la nutrición, su buena absorción y consecuentemente nuestro aparato digestivo, juega un papel muy importante la regularidad de nuestras deposiciones, debido a que todo el tiempo que pasan las heces en el interior de nuestro tubo digestivo, es un caldo de cultivo de toxinas que evidentemente pasan a la sangre, y hemos podido observar que nuestros dientes estan vascularizados.

    PARA PREVENIR LAS CARIES: Es aconsejable evitar los glúcidos, sobre todo los refinados, la bollería industrial, las “chucherias” y, a partir de las 6 de la tarde no comer alimentos dulces, ni chicles ni caramelos, aunque en el envoltorio de los mismos diga que no tienen azúcar. Un ANTÍDOTO muy eficaz es comer y masticar hasta que se convierta en agua zanahoria cruda.

    La zanahoria es una raíz que contiene gran cantidad de vitamina C, además de otras sustancias minerales muy eficaces para la conservación de los dientes especialmente, evitando la caries dental. Cuando se mastica la zanahoria cruda los dientes hacen una gimnasia muy positiva, limpian el esmalte, refuerzan las encías y, al mismo tiempo proporcionamos vitamina C, al organismo.

    También es una práctica muy saludable para nuestros dientes y encías, frotarlos con una hoja de Salvia cada mañana y en ayunas, de esta manera, si durante la noche se ha formado saburra en y entre los dientes, es eliminada fácilmente por la Salvia.

    Son muy eficaces, después de cada comida enjuagarse la boca con espliego y tomillo, además de relajar la cavidad bucal se evita así la formación de bacterias nocivas para nuestros dientes.

    Si se quieren evitar las caries, es recomendable, no usar dentrificos con fluor, aunque adviertan que el fluor es bueno para nuestro esmalte dentario, esto es cierto, pero el fluor que necesita nuestro organismo lo tenemos que aportar en forma de oligoelemento, que encontramos en determinadas frutas y verduras crudas.

    Puede usarse para el lavado de los dientes y encías arcilla blanca (sín arena), mezclada con agua de menta y tomillo, con un cepillo blando.

    CUANDO APARECEN LAS CARIES: Normalmente antes hay una formación de hongos y bacterias en la zona interdental y por la parte interna de la boca entre la encía y el diente, que no vemos mirándolo a simple vista en el espejo. Es eficaz enjuagarse la boca con extracto de tomillo antes de las comidas y después de ellas. En este momento se realizará el tratamiento descrito anteriormente como preventivo, y se impone la necesidad de un régimen vegetariano, empezando a sustituir la carne animal por el pescado azul, harinas blancas, por harinas integrales, y entre comidas o antes de ellas masticar fruta cruda, hemos visto lo importante de la zanahoria, pero las manzanas comidas a “mordiscos” son también muy buenas para nuestros dientes y encías.

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