Persecución inquisitoria
a las plantas medicinales
La guerra se iniciaba con la retirada por parte de Sanidad de determinados productos comercializados por empresas vomo Pinisan, Natur Import, Solgar, Soria Natural, etc. pero el colmo llega cuando Sanidad prohibe también vender en herbolarios plantas simples amparándose en una regulación obsoleta y derogada: la Orden Ministerial sobre plantas Medicinales del año 1973 (la famosa lista de las 120 plantas). Existen arículos que tratan en profundidad esta polémica y yo a nivel personal voy a limitarme a expresar lo que siento como persona que ha tratado más de 25 años con plantas medicinales, cultivándolas, recolectándolas, estudiándolas, fotografiándolas, bebiéndolas en infuiones, etc...
Aquí lo que está pasando es que unos determinados señores que controlan el poder de la salud a la medida de sus bolsillos y que sólo entienden de medicamentos químicos y que sus estudios se basan en farmacología, y de plantas medicinales saben lo que yo sé de las composiciones de las porquerías que elaboran en sus laboratorios, pues que esos señores quieren eliminar del mercado todo producto natural que haga competencia a los medicamentos. Es triste decirlo pero bien real: el negocio de la salud mueve mucho dinero y detrás hay cuervos y buitres que solo piensan en sus ganancias. El negocio de la salud empieza con el ginecólogo y acaba con el enterrador. Nos bombardean por los medios de comunicación con cientos de productos milagro a base de fármacos repletos de contraindicaciones y efectos secundarios y no pasa nada porque son legales: venenos legales! Y luego nos cuentan un sin fín de mentiras sobre plantas medicinales que son peligrosas y que no pueden ser vendidas si no es por una farmacia. "Consulte a su farmacéutico" nos dicen siempre, pero si ya lo hice y resulta que ese farmacéutico no tiene ni idea de plantas medicinales porque un farmacéutico estudia eso: fármacos y solo sabe de eso. Ya pueden ir poniendo en la TV la pantallita azul de advertencia en los anuncios de medicamentos (que por cierto me recuerda a la pantalla de Windows cuando se cuelga), que si con eso creen que ya nos han advertido bastante de la peligrosidad de esos medicamentos están equivocados pues muchos medicamentos encierrran grandes peligros pero están en la letra pequeña. Ahora resulta que no solo nos venden y publicitan medicamentos para una determinada dolencia o enfermedad, ahora fabrican, publicitan y nos venden medicamentos para estar en forma y aguantar mejor una jornada intensiva de trabajo por ejemplo. Y los poderosos son intocables, anunciando por ejemplo productos bio, yogures o leches que nos suben las defensas o aportan vitaminas y un sin fín de mentiras relacionadas con la alimentación. ¡Qué desastre de humanidad!
Quizás alguno piense al leer esto que estoy indignado, pues sí, estoy
indignado y cabreado de cómo es el ser humano de avaricioso y codicioso,
de como juega con la salud de los demás enriqueciéndose sus arcas...
En Francia y Alemania por ejemplo hay medicamentos prohibidos como
el famoso Hemoal que sin embargo se sigue vendiendo en España y anunciando
abiertamente por TV. ¿Es que acaso los laboratorios farmacéuticos son
intocables? ¿Hasta cuándo tanta mentira y tanta basura y tanta falta
de información? ¿Qué quieren realmente? ¿Prohibir las plantas medicinales?
No! Lo que quieren es controlar ellos el mercado de las plantas medicinales,
suplementos, vitaminas, minerales, etc. Desde el año 1990 y derivándose
de la ley del Medicamento, el ámbito de los productos a base de plantas
medicinales debería haberse regulado en un plazo de 2 años y han transcurrido
ya 13 y la situación de no regulación continúa presente. ¿Qué poderes
están detrás impidiendo esta regulación? Yo creo que habría que preguntarles
a las grandes multinacionales de los laboratorios farmacéuticos. Y mientras
tanto crece la indignación por la persecución incesante y despiadada
que se está ejerciendo por medio de la Administración española sobre
los asociados y el sector de los productos dietéticos en general, retirando
de manera descontrolada y sin razonamientos calros un gran número de
productos a base de plantas medicinales, productos dietéticos y suplementos
alimenticios que con iguales características se venden en los distintos
países europeos. Si Hipócrates se levantara de los muertos....
Y para acabar mi filosofía con respecto a la medicina
es muy simple: la medicina ortodoxa tiene los medios
y la ténica para pronosticar y diagnosticar una dolencia
o enfermedad, pero sus tratamientos son agresivos, químicos
y alejados de la naturaleza, por lo que allá cada uno
con el tratamiento que elija una vez sepa el diagnóstico
por medio de tan avanzada técnica. No critico pues sus
diagnósticos si no sus tratamientos. Joan Sisa |
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