Qué es?
Se trata de una dolencia consistente en la formación de una o varias ampollas agrupadas en racimos que en su interior contienen un líquido amarillento. Estas ampollas que aparecen alrededor del labio, al romperse forman unas costras muy molestas.
Sus causas
Este herpes labial es causado por el virus Herpes simplex tipo 1, muy contagioso y que se transmite fácilmente por el simple contacto de un beso por ejemplo. Nuestro organismo desarrolla cierta inmunidad frente al virus haciendo que éste permanezca en las células nerviosas. Contribuyen notablemente a esta dolencia factores como el estrés, vientos demasiado fríos, fiebres o exposiciones intensas al sol
Los síntomas
Suelen ser aparición en la cara de ampollas que causan escozor, hormigueo y picor. Pueden ser ampollas asintomáticas o leves y muy molestas llegando a ocasionar malestar general y en algunas ocasiones incluso fiebre.
A quién puede afectar?
A cualquier personas con independencia de su edad o seso, principalmente a personas con el sistema inmunológico deficiente y en personas con la higiene descuidada.
Tratamientos naturales
Este herpes suele durar una semana o algo más por lo general. Hay que tener en cuenta que se trata de una infección que a menudo es recurrente, especialmente cuando el organismo se encuentra bajo de defensas por lo que es muy aconsejable la vitamina A y E, el cinc y el aceite de ajo.
En homeopatía se recomienda Natrum muriaticum y Rhus toxicodendron
En aromaterapia se utilizan el aceite de árbol de té y de naranja dulce
En naturopatía se utiliza el zumo fresco del limón mezclado con agua que ayuda a secar las llagas aplicado directamente sobre los herpes
Para calmar las molestias y el dolor se debe de bañar las zonas afectadas con una solución salina a razón de una cucharadita de sal por cada medio litro de agua. También dará buen resultado aplicar cubitos de hielo envueltos en una tela limpia unos 10 minutos sobre los herpes. Para ayudar a la cicatrización de las costras aplicar una buena crema de própolis dos o tres veces al día.
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Por Joan Sisa