L A   M E D I C I N A   N A T U R A L   A L   A L C A N C E   D E   T O D O S


 

F I T O T E R A P I A   P A R A   C A D A  D O L E N C I A
ABSCESOS

    DEFINICIÓN 
    Con este nombre se les llama a las acumulaciones de materias extrañas en un punto determinado del cuerpo, que se presenta con hinchazón de tejidos. Si el absceso es con inflamación aguda con dolor y fiebre, se llama absceso caliente, y si es crónico absceso frío. 

    El absceso frío es consecuencia, por lo general, de una inflamación crónica, casi siempre de tipo tuberculosa, pero a diferencia del absceso caliente es menos doloroso. Suele aparecer lentamente deslizándose a menudo a los largo de los músculos y los tendones hasta lugares donde pueda alcanzar la superficie (abscesos descendentes). 

    Es importante tratar la dolencia base. 
    Una manera bastante efectiva de combatir los abscesos con el fin de facilitar su maduración y final expulsión es por medio de la 
    fangoterapia, es decir el tratamiento con arcilla.

    RECETA PARA LOS ABSCESOS, FORÚNCULOS, HERIDAS...

    Introducción

    Existe un viejo dicho que reza así: "Enfermedad en la piel, vigílate la hiel". Este dicho nos hace reflexionar de que cuando en nuestro cuerpo aparece un absceso o forúnculo es que algo anda mal en nuestro interior, por ejemplo puede ser la forma mediante la cual el hígado preserva de una dieta equivocada o la sangre expulsa las sustancias tóxicas de un medicamento o de unos alimentos inadecuados para nuestro organismo. Todo absceso o forúnculo no son más que acumulaciones de pus en una cavidad creada por ésta, cuyas paredes están formadas por el tejido contiguo, repelido y alterado. Las recetas más apropiadas para estos casos son por lo general de aplicación externa mediante cataplasmas, compresas, pinceladas...

    LAS RECETAS CASERAS MÁS INFALIBLES

    Ingredientes

    • Hojas frescas de verbasco (60 g)
    • 1 litro de agua

    Elaboración: Hervir durante 10 minutos y a fuego lento los 60 g de hojas frescas de verbasco o gordolobo en un litro de agua. Luego se filtra y cuando esta tibio se aplica en forma de compresas sobre los forúnculos renovando cada vez que se enfrían. Este tipo de aplicación tan sencilla acelera la expulsión del pus. También es útil hervir las hojas en leche en vez de agua durante 5 minutos y aplicando la compresa bien caliente. En estos casos es necesario que las hojas del verbasco sean jóvenes. Este preparado con leche también es útil administrarlo por vía oral ya que a nivel interno actúa como depurativo de la sangre ayudando a evacuar el pus

    Convólvulo Ingredientes

    Elaboración: Aplicar hojas frescas machacadas de convólvulo sobre el absceso. Esto ayudará notablemente a la evacuación del pus sobre todo en los casos en que el forúnculo se encuentre próximo a la maduración.

    Remedio de nuestras abuelas

    Ingredientes

    Elaboración: hervir dos o tres Cebollas troceadas en 1/2 litro de agua. Dejar que se se tibie. Mezclar con arcilla hasta formar una pasta homogénea y aplicar sobre el forúnculo o absceso. Cuando el absceso o la supuración desaparecen aplicar nuevas cataplasmas de arcilla pero esta vez frías preferiblemente durante toda la noche mientras se duerme.

    Hojas de malvavisco Igual dosis y elaboración que en la receta del gordolobo

    Heridas

    La mejor manera de desinfectar las heridas superficiales es a base de plantas antisépticas como el tomillo, lavanda, salvia y harina de lino en forma de compresa. Nunca debe de aplicarse en heridas abiertas tinturas ni alcoholaturas a base de árnica, la cual es muy útil sin embargo en los casos en que solo existe contusión o derrame interno. Para estos casos es preferible siempre la alcoholatura de hipérico o caléndula. Lo más importante a tener en cuenta en las heridas es la posterior infección posible si no se tiene cura en el mismo momento.CLASES DE ABSCESOS 
    Los abscesos pueden ser superficiales como los forúnculos por ejemplo o profundos como en la 
    apendicitis. Los abscesos superficiales conviene madurarlos para que sea expulsada la materia morbosa, pero los que son profundos, al abrirse, pueden acarrear complicaciones graves como la apendicitis por ejemplo que puede causar peritonitis. Los abscesos internos, en vez de madurarlos debe procurarse que el propio organismo los reabsorba poco a poco, con el fin de que la materia morbosa que contienen sea expulsada por los órganos eliminadores de nuestro organismo. 
    Los abscesos aparecen en cualquier parte del cuerpo debido a un agente patógeno, que produce una desintegración purulenta del tejido corporal. El absceso caliente es pues el resultado de una inflamación aguda. El cuerpo, puesto en guardia, intenta neutralizar al agente patógeno intruso, y para ello se vale de los leucocitos, cuyo funcionamiento es similar  a las células fagocíticas. Es entonces cuando se originan las municiones necesarias para destruir el tejido corporal por medio de sustancias. Si el absceso tiene posibilidad de salir hacia el exterior, entonces se vacía, cerrándose por medio de la cicatrización la cavidad resultante. Con el fin de que el absceso rompa bien y se vacíe, hay que intentar ablandarlo, siempre que no exista el peligro de que perfore hacia dentro una cavidad visceral. 
    Los abscesos en el interior del cuerpo hay que tratar de que  se concentren y acaben enquistando.

 

PLANTAS MEDICINALES ADECUADAS


CONSEJOS PRÁCTICOS

  • Cataplasmas con hojas de
  • Utilizar apósitos de cola de caballo para ayudar a la cicatrización ya que contiene mucho sílice

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    Esta información ha sido extraída del cd rom Prevenir y Curar Enfermedades y Dolencias

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