F I T O T E R
A P I A P A R A C A D A D O L E N C I A
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V A R I C E
S
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La
complicada red de conductos a través de los cuales la sangre
reparte sus principios nutritivos a los órganos de nuestro cuerpo,
se divide en dos grupos: las arterias
y las venas. Por las arterias
circula la sangre rica, pura y nutritiva
que vitaliza todo el organismo. Por las venas,
sin embargo, pasa la sangre pobre y
cargada de impurezas y toxinas, después de haber nutrido todos nuestros
tejidos orgánicos. Por las arterias
la sangre recorre el camino de ida,
mientras que por las venas efectúa
el de vuelta. Del corazón
sale
la arteria aorta, que es de gran tamaño y que se ramifica un sinfín
de veces para acabar convirtiéndose en los innumerables capilares
que cruzan en todas direcciones nuestros tejidos y órganos. De ahí
la gran importancia en la purificación de la sangre
por medio de la alimentación
y plantas medicinales en infusiones.
Las venas, en cambio, empiezan en forma
de un número inmenso de capilares venosos que, reuniéndose
de contínuo, van formando conductos cada vez mayores y menos numerosos
hasta terminar en el corazón
,
punto de donde han partido las arterias.
Las arterias son elásticas
y están dotadas de un poder de contracción y dilatación
de la sangre. Las venas,
por el contrario, son conductos meramente pasivos por los que la sangre
circula en virtud del empuje recibido y sus paredes gozan de una elasticidad
muy limitada.
Cuando
la sangre llega a las venas
ha dejado en los tejidos y órganos que ha regado y nutrido el oxígeno
y parte de los principios nutritivos que llevaba, y en su lugar ha recogido
el ácido carbónico y los demás residuos e impurezas
que se producen en el organismo como consecuencia de la mala alimentación
y el vivir y funcionar de los órganos. Cuando la cantidad de residuos
que la sangre venosa arrastra es normal,
las paredes de las venas resisten sin
perjudicarse, la presencia de estas sustancias de desgaste; pero si si
a consecuencia de una alimentación
deficiente y desordenada, de diversas enfermedades o perturbaciones, de
infecciones, etc., las impurezas aumentan, las paredes de las venas
se irán perjudicando hasta producirse enfermedades como las varices,
flebitis
o mala circulación.
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La causa
principal de las enfermedades de las venas,
es las impurezas de la sangre, o sea,
la presencia de sustancias perturbadoras. Por tanto, mientras no desaparezca
de la sangre el exceso de impurezas
que dañan los conductos venosos, resultará muy difícil
combatir con éxito estas enfermedades. Para ello las plantas medicinales
tienen un gran valor como purificadoras,
descongestionantes y activadoras del hígado,
diuréticas
y regeneradoras de los tejidos. Las varices consisten en la dilatación
de las venas, generalmente en las piernas,
con estancamiento de sangre en ellas.
Las causas son debidas a una vida y una alimentación
antinaturales. Se suelen presentar más a menudo en personas que
debido a su constitución tienen las paredes y válvulas de
las venas débiles. El parto, el
embarazo y la prolongada permanencia de pie también favorecen la
aparición de este trastorno. Las varices son hereditarias por lo
que en caso de existir antecedentes familiares es esencial seguir los consejos
dados para evitar su aparición.
Los
esquimales presentan muy poca incidencia de patologías del retorno
venoso debido a que su dieta es rica en aceites de pescado.
TROFOLOGÍAPRÁCTICA Y TROFOTERAPIA
Son
las varices las venas que afean las piernas.
Cuando una mujer, a los 25 ó 30 años, ya no tiene las piernas
ágiles y normales, es cuando ya comienzan las varices a manifestarse.
La causa está en el hígado,
en los riñones, en el estómago
y vientre, en la suciedad de la sangre,
en la falta de vitaminas y en
la falta de control de la compatibilidad de los alimentos.
La dilatación permanente de las venas
es una flebectasia provocada por las venas
aneurismáticas. Cuando se camina mucho o cuando se entra (en las
mujeres) en estado de embarazo, las varices empeoran. Pero también
empeoran el día que se toma chocolate, jamón, pescado, huevos,
carnes, embutidos, legumbres secas, pan blanco, y productos refinados blancos.
El tratamiento trofológico sostiene que con 5 ó 6 meses de
frugivorismo absoluto, puede curarse las varices, cuando no son muy graves.
Cuando hay úlceras abiertas, hay que proceder rápidamente
con tratamientos más radicales aún, a base de zumo de limones
(de 12 a 25 diarios con ajos crudos o sin ellos); dieta frugívora
y sopas de trigo molido bien cocinado, con mucha cebolla, dos veces al
día. Los baños de sol directos a las piernas, de una a dos
horas cada día, alternando con lavados de agua fresca con zumo de
limón
porque
así, humedeciendo las heridas de las varices de las piernas que
supuran, no se cerrarán en falso, con la acción rápida
y cicatrizante del sol, por su poder hemoglobinizante, al coagular la sangre
exterior por el calor.
TRATAMIENTO:
Lo
más importante a tener en cuenta para tratar las varices es la purificación
de la sangre. Muchas personas piensan
que con pomadas, ungüentos, aceites o cremas podrán curar esta
enfermedad. Esto alivia y ayuda, pero lo más importante es a nivel
interno, purificar de toxinas la sangre y restablecer el buen funcionamiento
de los órganos internos, favoreciendo el fortalecimiento de la región
venosa debilitada, adoptando un régimen de alimentación
natural que contribuya a desintoxicar el organismo y a purificar de sustancias
perturbadoras la circulación sanguínea.
Conviene practicar cada día un poco de ejercicio metódico
de las piernas estando acostado. Durante el sueño hay que mantener
las piernas un poco más elevadas con la ayuda de un almohadón,
con el fin de favorecer el retorno de la sangre.
Dar paseos moderados al aire libre practicando la respiración profunda
y relajada. Practicar fricciones de agua fría por todo el cuerpo.
Después de cada ducha o baño, acabar con agua fría
empezando por los pies y subiendo hasta el pecho. Cuando se está
sentado conviene tener las piernas sobre un sillón con el propósito
de facilitar la circulación.
FITOTERAPIA
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Durante
15 días tomar en ayunas la siguiente receta:
Hojas
de nogal, pensamiento
silvestre, cola de caballo, melisa,
manzanilla.
Dos
cucharaditas por cada taza.
Infusión.
Dejar reposar 10 minutos.
Colar
y beber una en ayunas y otra antes de acostarse.
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Las
compresas con infusión de caléndula sirven para el tratamiento
de las varices. Ponga 60-80 g de flores de caléndula
(Calendula
officinalis L.) en un litro de agua, déjelo hervir durante 5
minutos y con el líquido obtenido empape una compresa de gasa y
aplíquela en las zonas más afectadas.
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Para
reparar y tonificar las venas se emplea el castaño de indias.
Puede preparar una decocción con 30-50 g de corteza de castaño
de indias (Aesculus hippocastanum L.) en 1 litro de agua, deje que
hierva a fuego lento durante 10 minutos y a continuación cuele el
líquido. Beba 250 - 500 cc al día.
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Si
quiere mantener sanas las venas de las piernas tome una Infusión
preparada con 30 g de rizoma de rusco (Ruscus aculeatus L.), 30
g de hojas de ginkgo (Ginkgo biloba L.), 15 g de hojas de hamamelis
(Hammamelis
virginiana L.), 15 g de flores de crisantelo (Chrysanthellum americanum
L.) y 10 g de flores de espino blanco (Crataegus oxyacantha
L.); ponga una cucharadita de la mezcla anterior en una taza y añada
agua hirviendo, déjelo reposar durante 10 minutos y tome 2 tazas
al día, una después de comer y otra después de cenar.
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En
caso de úlceras varicosas asociadas a una circulación local
deficiente recomendamos el uso de la consuelda. Esta planta estimula
el crecimiento celular del tejido conjuntivo y la cicatrización
es rápida. La forma de aplicación consiste en preparar una
pasta con raíz de consuelda (Symphytum officinale L.) y agua,
y depositar directamente sobre la úlcera cubriendo con un apósito.
Precauciones:
Sólo debe emplearse en heridas limpias.
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Otra
receta útil para el tratamiento de las úlceras varicosas
se prepara mezclando a partes iguales corteza y hojas de encina (Quercus
rotundifolia Lam.), raíz de consuelda (Symphytum officinale
L.) y raíces y hojas de bardana (Arctium lappa L.). Una
vez preparada la mezcla de plantas medicinales se pone una cucharadita
en una taza y se añade agua hirviendo, hay que dejar reposar la
infusión durante 10 minutos. Tomar 3 tazas al día.
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Aplicar
una cataplasma de mostaza en la zona afectada ayuda a estimular la
circulación. Precauciones: Evite el contacto directo
de las semillas de mostaza (Brassica alba L.) con la piel ulcerada
o sensible.
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Para
lavar las úlceras varicosas es muy útil preparar una infusión
de manzanilla y flores de rosa.
Mezcle a partes iguales flores de manzanilla
(Matricaria chamomilla
L.) y flores de rosa (Rosa gallica L.), y ponga una cucharada
sopera de la mezcla en una taza de agua hirviendo, déjelo reposar
durante 10 minutos aproximadamente. Impregne un apósito con la infusión
preparada y aplíquelo sobre las heridas.
CONSEJOS
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Tomar
cada mañana el zumo de dos limones exprimidos rebajados con agua
con una pajita o a sorbos.
-
Aplicarse
sobre la zona afectada aceite de germen de trigo con aceite
esencial de ciprés, para favorecer la circulación
sanguínea.
-
Es recomendable
también tomar 30 gotas repartidas durante el día de tintura
de hamamelis, pulsatilla, hidrastis y viburnum.
CÁPSULAS:
Piernas
hinchadas (gayuba y castaño),
1 de cada, tres veces al día. Piernas cansadas (vid
roja, brusco y crema), 2 de cada tres
veces al día. Piernas cansadas mucho tiempo de pie (brusco
y crema), 2 al día. Varices (hamamelis y castaño de Indias),
2 de cada mañana y noche. Mala circulación
(arándano), 2 mañana y noche.
Si
existen úlceras varicosas se tomará la siguiente infusión:
AROMATERAPIA
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Para aliviar las venas varicosas
puede aplicarse un masaje en las piernas, por la mañana y por la
noche, con una mezcla de 3 gotas de aceite esencial de ciprés, 2
gotas de aceite esencial de sándalo y 1 gota de aceite esencial
de menta en 30 ml de aceite de caléndula. La forma de darse el masaje
es utilizando la palma de las manos (no los dedos) y empezando en los tobillos
para seguir en dirección ascendente hasta llegar a los muslos.
-
Puede aplicarse también
unas compresas impregnadas con 3 gotas de aceite esencial de romero y 2
gotas de aceite esencial de menta.
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Los baños calientes están
prohibidos en caso de padecer varices, pero si el agua está tibia
(ligeramente fría) puede tomar un baño añadiendo al
agua 5 gotas de aceite esencial de enebro y 5 gotas de aceite esencial
de lavanda. No permanezca dentro del agua más de 10 minutos.
HOMEOPATÍA
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Las varices una vez constituidas
no ceden con el tratamiento homeopático, sólamente se pueden
tratar los síntomas que provocan. Si siente hinchazón, pesadez
en las piernas y picor tome 10 gotas de HAMAMELIS COMPOSE / 3 veces al
día, durante 20 días al mes, especialmente en los meses de
verano.
OLIGOTERAPIA,
VITAMINAS Y MINERALES
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Una vitamina que participa en
la formación del colágeno es la vitamina C; el colágeno
es una proteína esencial para el crecimiento y reparación
de las células de los vasos sanguíneos. Los especialistas
recomiendan tomar una dosis de vitamina C con bioflavonoides de 1.000 mg
al día.
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La vitamina E se emplea
para prevenir y disolver los coágulos sanguíneos y también
ayuda en el alivio de los calambres en las piernas. Generalmente se administra
en dosis de 400 - 800 UI al día.
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Un antioxidante natural que
retrasa el endurecimiento de los tejidos es el selenio. Su aporte
está recomendado para mantener la elasticidad de las paredes de
los vasos sanguíneos y la dosis recomendada es de 50 - 100 microgramos
al día.
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Los aceites de pescado
son ricos en ácidos grasos de cadena larga, que regulan la síntesis
de mediadores de la inflamación y contribuyen a prevenir las enfermedades
cardiovasculares. Puede tomar suplementos de 3-4 g al día, aunque
lo ideal sería que los incorporara a través de la dieta.
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Para reducir la descamación,
el enrojecimiento y el picor de la piel, así como para cuidar la
salud de los vasos sanguíneos le recomendamos tomar aceite de
onagra en una dosis de 1,5 - 2 g al día.
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Tome cada mañana el zumo
de 2 limones exprimidos rebajados con agua con una pajita o a sorbos.
Alimentos recomendados:
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Fibra dietética
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Trigo sarraceno
-
Perejil
-
Ajo
-
Col
-
Remolacha
-
Arándano
-
Limón
Alimentos prohibidos:
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Grasas animales
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Harinas refinadas
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Bolleria industrial
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Sal
-
Alcohol
-
Café
-
Bebidas estimulantes
INFORMACIÓN
PARA PROFESIONALES DE LA MEDICINA NATURAL
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Fitoterapia:
-
Bardana (Arctium lappa L.)
-
Bolsa de pastor (Capsella
bursa-pastoris L.)
-
Castaño de Indias (Aesculus
hippocastanum L.)
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Centella (Centella asiatica
L.)
-
Ciprés (Cupressus
sempervirens L.)
-
Consuelda (Symphytum officinale
L.)
-
Crisantelo (Chrysanthellum
americanum L.)
-
Encina (Quercus rotundifolia
Lam.)
-
Espino blanco (Crataegus
oxyacantha L.)
-
Ginkgo (Ginkgo biloba L.)
-
Hamamelis (Hammamelis virginiana
L.)
-
Manzanilla (Matricaria chamomilla
L.)
-
Mostaza blanca (Brassica
alba L.)
-
Rosa (Rosa gallica L.)
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Rusco (Ruscus aculeatus L.)
-
Homeopatía:
-
Aromaterapia:
-
Aceite esencial de ciprés
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Aceite esencial de enebro
-
Aceite esencial de lavanda
-
Aceite esencial de menta
-
Aceite esencial de romero
-
Aceite esencial de sándalo
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Oligoterapia, vitaminas y
minerales:
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Vitamina C con bioflavonoides
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Vitamina E
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Selenio
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Aceite de pescado
-
Aceite de onagra
Consejos:
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Evite
usar ropas ajustadas y medias con liga en la mitad inferior del cuerpo.
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Realice
automasajes por las noches para estimular la circulación sanguínea.
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Duerma
con las piernas ligeramente elevadas con respecto al resto del cuerpo (puede
poner unos tacos de madera en las patas traseras de la cama o una almohada
bajos los pies).
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No permanezca
de pie o sentado más de 1 hora, puede caminar unos minutos para
activar la circulación.
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Si tiene
que permanecer en pie durante largos periodos de tiempo, colóquese
alternativamente sobre los tacones y los dedos de los pies, para contraer
los músculos de las pantorrillas y mejorar el retorno venoso.
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Evite
un exceso de peso llevando una dieta rica en verduras, frutas y fibra dietética,
evitando las proteínas y las grasas de origen animal, ya que estos
nutrientes favorecen la sistesis de mediadores inflamatorios (prostaglandinas
y leucotrienos).
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Tome una
ducha diaria en las piernas con agua fría, durante 10 minutos aproximadamente
y practique un masaje empezando desde el tobillo y siguiendo en dirección
a la rodilla para favorecer el retorno venoso.
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Mantenga
la piel hidratada aplicándose crema después de la ducha.
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No tome
anticonceptivos orales.
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Use medias
elásticas de compresión y zapatos cómodos de tacón
bajo.
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Realice
ejercicio diariamente, los más aconsejables son caminar, montar
en bicicleta o natación.
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Evite
tomar el sol en las piernas durante mucho tiempo.
Por Joan Sisa
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